El internet de las cosas, una convergencia de disciplinas

En estos tiempos hemos comenzado a retomar viejas tendencias tecnológicas, renombrarlas y darles una nueva vida. Nunca supe que DevOps existiera hasta que en muchos blogs a los que soy asiduo comenzaron a utilizar el término. Lo cierto es que lo vi en la universidad como “gestión de proyectos” solo que ahora con el término, las cosas lucen mucho más estandarizadas y coherentes. Creo que lo mismo pasa con el internet de las cosas o IoT por sus siglas en inglés.

El internet de las cosas es un nuevo término para acuñar una clara evolución o quizá debo decir unificación de conceptos ya bien conocidos como la domótica, telemetría, electrónica y un largo etcétera. La realidad es que, si nos ponemos un poco históricos, todo lo que el internet de las cosas nos ofrece y garantiza en estos momentos es lo mismo que la misión Apolo 11 le dio a la NASA desde la carrera espacial entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética. ¿Qué nos ofrece entonces? Una generación descomunal de datos obtenidos a partir de infinidad de sensores, datos que al ser organizados generan un gran monto de información y que al ser procesada nos dan estadísticas y la inteligencia suficiente para una toma de decisiones óptima.

Ese es el fin máximo de IoT, lograr que después de un proceso que puede parecer complejo podamos pasar de los datos a la inteligencia, en esta tendencia el fin justifica por completo a los medios. El punto es por dónde empezar para conocer las enormes bondades de IoT a nivel productivo y más importante aún que beneficios me puede traer al abrirme nuevas puertas de negocio.

El primer paso es conocer el proceso que prácticamente todo proyecto de este tipo involucra. Primero comenzaremos con la electrónica y aquí gracias a nuevas tabletas (a mi gusto erróneamente llamadas de prototipo) como Arduino, Raspberry Pi y una gigantesca lista de opciones en donde podemos instalar sensores de todo tipo, el proceso será sencillo y no requerirá la especialización que en otros tiempos hubiera sido necesario.

El segundo paso es crear un puente de comunicación entre estos circuitos y cualquier motor de bases de datos que tengamos en mente. Este puente de comunicación puede ser un servicio web o una API, lo importante es que pueda establecer comunicación de la manera más básica posible, debido a que conservar recursos es indispensable en todo este entorno.

El tercer paso es la infraestructura que soportará por completo toda esta operación y como estará organizada para hacer entrega de la información en los diferentes frentes.

El cuarto paso es acerca de qué hacer con la información. Lo más sencillo es desplegarla en un tablero de tipo ejecutivo, hacer simplemente esto garantiza ya un buen uso de los datos, pero es aquí donde además de desplegar gráficos podemos meter todo a una máquina de aprendizaje y comenzar a trabajar con estadísticas de gran nivel, big data y en la mejor de las posibilidades, predicción de escenarios que nos pueden llevar a ahorrar un presupuesto monumental evitando pruebas reales.

Al final de todo el proceso de implementación deberemos pasar por siete pasos básicos para obtener los mejores resultados, estos pasos son: Dispositivos, comunicación, transformación, almacenamiento, análisis y visualización.

IoTCapabilities

Entonces, en resumen, el internet de las cosas requiere de un equipo multidisciplinario que involucre especialistas en electrónica, infraestructura, desarrollo de software e incluso científicos de datos. Hasta aquí el panorama puede lucir complejo y quizá hasta un poco desalentador pero lo interesante es que en México la tendencia comienza a ser factible para grandes proyectos y aún no se han terminado de definir a los grandes jugadores debido a que a pesar de que su interés ha ido creciendo muchísimo, hay aún un enorme campo de posibilidades para quienes consideren la idea de participar en esta nueva línea de negocio. El campo de la producción industrial, medicina, cualquier área de científicos y el mercado financiero son ahora los más ansiosos de explotar el internet de las cosas para acelerar sus investigaciones o multiplicar sus beneficios. Y con un pronóstico de más de veinte billones de dispositivos conectados a internet para dentro de cinco años se antojan aún más mercados que ahora seguramente ni siquiera visualizamos.

Los riesgos y desafíos son enormes como en cualquier nueva tendencia, eso no puede ser cuestionado, pero tampoco podemos cuestionar el hecho de que cada nueva tendencia es la sepultura de antiguos gigantes y la raíz de nuevas compañías que tomen la estafeta de líderes en el mercado.

Si deseas conocer más acerca de esta nueva tendencia te recomiendo ver el siguiente blog con varios videos de interés: https://aka.ms/iotmx