¿Tiene todavía cabida el licenciamiento de software tradicional?

Hace unos días asistí a la presentación de Romob, un framework para construir aplicaciones móviles creado por una empresa mexicana.

Siento que en este segmento de herramientas para desarrollo de apps móviles es donde se está dando mayor innovación en cuanto a modelos de negocio y esquemas de precio, así que lo primero que pensé al ver de qué se trataba este producto fue "¿qué esquema de licenciamiento habrán escogido?". La respuesta fue la que me esperaba: "Vendemos licencias perpetuas con precios de entre 850 y 1,800 dólares dependiendo de la edición".

Así que me puse a reflexionar sobre si este tipo de esquema de licenciamiento tiene sentido. Cuales son sus pros y contras. A continuación comparto mis conclusiones, y espero puedan compartir las suyas.

 

En contra: Alto costo de entrada

Este punto es obvio. No cualquier empresa dispone facilmente de varios cientos o miles de dólares para adquirir un software, pero sí puede destinar cantidades menores mensualmente, especialmente si el precio depende de la cantidad de uso. Esa es la base del SaaS (Software as a Service). 

Por otro lado está el componente del riesgo para el comprador. Si vas a invertir varios miles de dólares en adquirir un software, independientemente de que los pagues de un jalón o los financies, vas a querer evaluar conciencudamente si realmente ese software es el adecuado a tus necesidades y si vas a poder desquitarlo durante suficiente tiempo como para justificar lo que estás pagando por él. Personalmente, prefiero pagar 20 dolares al mes para comenzar a usarlo, y saber que si no es lo que esperaba o deja de resolver mis necesidades, puedo cancelarlo en cualquier momento.

En contra: El licenciamiento tradicional inhibe la adopción

Está probado y comprobado que el esquema tradicional de licenciamiento de software (donde se hace un pago único para adquirir una licencia que permita usar el software), inhibe la adopción (claro está, sin considerar la piratería). Es por ello que líderes en este segmento como PhoneGap y Appcelerator utilizan esquemas distintos, que fomentan la adopción masiva. Describo a grandes rasgos el esquema de estos dos casos:

PhoneGap. El framework es open source. Lo que tiene costo es el servicio PhoneGap Build para compilar/empaquetar las apps en la nube hacia el dispositivo/plataforma de tu elección. Puedes utilizar PhoneGap Build gratuitamente con la limitante de que solo puedes tener una app privada y el resto de tus apps deben ser públicas (el código fuente está en repositorios públicos de Github). Si quieres tener más apps privadas, debes contratar una suscripción de 10 dolares al mes, o estar suscrito al Adobe Creative Cloud.

Appcelerator. El framework y el IDE son open source, y hay un nivel de suscripción gratuito que te da cierto límite diario de llamadas a los APIs en la nube de Appcelerator. Los niveles de suscripción pagado ofrecen capacidades adicionales como soporte dedicado, extensiones al IDE para análisis de código, testing, mayor límite de llamadas al API, encripción de datos, etcétera.

Claramente, lo que buscan en principio es enganchar a los desarrolladores y generar adopción masiva entre los desarrolladores independientes, y generar ingreso cobrando a las empresas que quieren tener su código privado y/o tener soporte y capacidades extra.

Otra opción que tradicionalmente se ha utilizado para buscar una baja barrera de entrada es la de los trials o versiones de evaluación por tiempo limitado. Sin embargo, los trials no son efectivos para generar adopción masiva (a menos que sean pirateados pero eso es otra historia).

A favor: El licenciamiento tradicional es más amigable a la administración

En Software Guru consumimos mensualmente cerca de 1,500 dólares en suscripciones (hosting, mailing, CRM, web conferencing, Creative Cloud, etc) que se pagan con tarjeta de crédito. Esto genera dos problemas principales:

1. Tengo que estar al pendiente de los cargos a la tarjeta (que haya saldo suficiente, que los cargos que nos hagan sí correspondan a lo que usamos, que no expire la tarjeta).

2. Fiscalmente, es un problema. Dado que la gran mayoría son servicios provistos directamente por empresas fuera de México, en el mejor de los casos obtengo un recibo. Tengo que rogarle a la contadora para que tome esos gastos como gastos de la empresa, aunque pues no se pueden tomar para propósitos de IVA por no contar con facturas con IVA desglosado.

Tal vez la realidad es que en Latinoamérica, especialmente en el segmento corporativo, lo más sencillo de comprar/vender siga siendo el licenciamiento tradicional, donde la empresa paga una vez, obtiene su factura, hace ese activo deducible a varios años y listo. Así que si tu objetivo es mercado empresarial, creo que todavía hay que brindar este esquema como posibilidad (no necesariamente la única).

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Espero encuentren este análisis de utilidad. Me encantaría conoce su experiencia y opinión.