La Internet de las Cosas

Publicado en

El término “la Internet de las cosas” se refiere a diversas tecnologías y dispositivos que permiten conectar cualquier objeto a la nube. Seguramente este será un tema central en este siglo. LG ha estimado que para el año 2020 habrá 8 mil millones de dispositivos conectados a la red; Cisco es mucho más agresivo en su proyección, estimando que serán 50 mil millones y que para el 2050 cada hogar contará con al menos 50 dispositivos conectados.

Entre esas “cosas” se encuentran las chapas de las puertas, monitores personales de salud, medicinas, sensores de movimiento en el hogar, sistemas de aire acondicionado, automóviles, personas y mascotas. En los comercios cada objeto tendrá sensores: las repisas podrán visualizarse en zonas de mayor o menor actividad. Virtualmente cada escalón registrará cuántas veces ha sido pisado, es decir, todo se podrá medir.

Origen

Fue en el MIT a fines de los noventas cuando dio inicio la conversación. En un principio se consideró la tecnología de radiofrecuencia (RFID) pero posteriormente WiFi, celular, Bluetooth y broadband como opciones en módulos tan pequeños como 1 mm cuadrado. El cómputo en la nube es el complemento perfecto para dar una espina dorsal a la administración de aplicaciones y dispositivos.

Una encuesta realizada por Accenture en el 2010, reflejó que ya desde entonces el 76% de los consumidores “esperaban” que los dispositivos que adquieren se puedan conectar a Internet. Algunos gobiernos han anunciado programas de estímulo de enrejados digitales. Los operadores de redes desean establecer nuevas unidades de negocio basadas en este modelo.

La “Internet de las cosas” traerá muchos posibles beneficios. En el ámbito personal, ayudará a brindar salud preventiva a menores costos, ahorro de energía en el hogar, conducción más segura y más formas de interactuar con la familia. Colectivamente ayudará al ambiente, mejorará el servicio al cliente y aumentará la seguridad en varias dimensiones.

Retos

La privacidad es siempre tema de debate. Los lectores de RFID a distancia han limitado la capacidad de obtener datos e interactuar con la información. Es necesario asegurar al usuario que sus datos se encontrarán resguardados.

Otro reto fundamental es la conectividad. Aunque hay grandes avances de enlace, muchos lugares todavía no cuentan con acceso a Internet generalizado entre la población. Hay que considerar también diversos tipos de redes: pequeñas, celulares y fijas alambradas.

El problema cíclico de lectores versus señales primero. Si el gobierno desea usar sensores para recolección de tarifas, la mayor parte de la población deberá utilizarlo.

La interacción entre dispositivos dedicados y dispositivos de propósito específico. Muchos sistemas pueden “ejecutar cualquier programa” y por tanto “ser cualquier cosa”. M2M se refiere a la comunicación “máquina a máquina” a diferencia del actual uso de Internet que es primariamente de personas.

Hace 5 años la diferencia entre vendedores de cómputo empresarial y dispositivos especializados (embedded system makers) era clara. Hoy en día las fronteras no son tan claras.

Conclusiones

Alrededor del 2008 cruzamos la barrera en donde hay más dispositivos que humanos conectados a Internet. Estamos progresando rápidamente al “Internet de las cosas” y nos llevará al menos una década alcanzar el auge. La visión unifica tecnologías, filosofías de diseño, expectativas sociales y regulaciones gubernamentales. Esto resultará en nuevos modelos de negocio y un nuevo ecosistema digital.

Bio
Luis Daniel Soto Maldonado (@luisdans) labora en la división de negocio de servidores y herramientas de Microsoft Corp