Cómputo Ubicuo

Publicado en

“Una tecnología suficientemente avanzada, es indistinguible de la magia.”

Esta afirmación hecha por el brillante escritor de ciencia ficción Arthur C. Clark nunca ha sido más cierta que cuando nos enfrentamos con una tecnología embebida en nuestras labores cotidianas. La mejor forma de saber que estamos frente a computación ubicua es que las computadoras están integradas al ambiente de tal forma que nuestra interacción con estas sea casi invisible pero si perceptible, por esto también es llamada Inteligencia Ambiental.

“En el cómputo ubicuo se pasa de un usuario operador a uno que interactúa de forma natural.”

No importa como la llamemos, la computación ubicua está a nuestro alrededor y poco a poco ha ido generando ambientes amigables al usuario, el soporte eficiente y distribuido de servicios, el aumento del poder del usuario sobre su entorno, y el soporte para la interacción humana. Es un ambiente basado en un modelo de interacción en el cual los usuarios están rodeados de un entorno digital consiente de su presencia, sensible al contexto y que puede adaptarse a sus necesidades y hábitos, Además, el cómputo ubicuo es una visión que coloca al ser humano como centro de desarrollo futuro en la sociedad del conocimiento, la información y la tecnología. Estas tecnologías serán empotradas en dispositivos cotidianos y casi invisibles a aquellos que las utilizan, las interfaces serán sencillas y usables en un modo natural. Esta visión nos propone un distanciamiento de las computadoras de escritorio tradicionales hacia una amplia gama de dispositivos embebidos en nuestro entorno y que son accedidos desde interfaces inteligentes como RFID (tarjetas de identificación por radiofrecuencia), los dispositivos móviles (PDA’s, Celulares, etc.) con conexiones bluetooth, infrarrojo o wifi. Los siguientes son ejemplos de objetos inteligentes dentro de un entorno ubicuo:

  • Sintonización automática del canal de televisión más adecuado a la hora, día y grupo de miembros de la familia sentadas en el sillón en frente de la televisión.
  • Control de iluminación de un hogar u oficina acorde con las personas presentes, nivel de luminosidad o actividad en curso.
  • Apertura automática de puertas, llamada de ascensores y subida a los pisos correctos dependiendo de los usuarios presentes en el ascensor.
  • Transacciones económicas facilitadas por nuestros dispositivos o tarjetas inteligentes, entre ellos el próximo DNI digital.
  • Ofrecimiento de servicios en base a nuestra localización actual, por medio de nuestro teléfono móvil.

¿En realidad cómo se coordinan los dispositivos a nuestro alrededor para darnos la sensación de inteligencia ambiental?

La respuesta a esta pregunta no es trivial, ya que hay muchos aspectos y tecnologías involucradas. Sin embargo, dos tecnologías fundamentales para este paradigma es el Internet y los servicios web. El papel que juega el Internet en el cómputo ubicuo es primordial: la alta conectividad, la capacidad de interconectar sistemas y acceder a diferentes bases de datos. Los servicios web nos permiten acceder a todo esto de forma sencilla y estandarizada. Cualquier dispositivo con conectividad a Internet tiene el potencial de realizar peticiones a web services y de esta forma recibir o actualizar información.

Conclusión

En los próximos años, estaremos trabajando en aspectos tecnológicos y sociales que nos acerquen a la computación ubicua. En el aspecto tecnológico, debemos enfocarnos en el desarrollo de entornos y objetos inteligentes, así como en el Internet “de las cosas” y no solo “de los documentos”, donde damos un entendimiento semántico y no solo sintáctico. Por el lado social hay muchas críticas a esta tendencia, argumentando que es un riesgo a la privacidad. Ya se ha iniciado la creación y adopción de mecanismos, prácticas y legislación relacionadas con la gestión de la privacidad de la información en el mundo digital, pero sin duda es un área donde nos falta mucho por madurar.

Sin lugar a dudas, el cómputo ubicuo es el siguiente paso evolutivo en la computación, donde se pasa de un usuario operador a uno que interactúa de forma natural.

Referencias

  1. A. Greenfield. Everyware: The Dawning Age of Ubiquitous Computing. New Riders Publishing, 2006.
Bio

Héctor Cuesta Arvizu es Lic. en Informática y actualmente cursa la maestría en ciencias de la computación en la UAEM Texcoco. Cuenta con seis años de experiencia desarrollando y administrando proyectos de software en el ámbito de manufactura y recursos humanos. Adicionalmente se desempeña como instructor de TI para Nyce en el area de base de datos e ingenieria de software. @hmcuesta