Acerca de la capacitación para profesionistas de software

Ayer fue uno de esos días en los que recibo mensajes cruzados sobre un tema relacionado, y provocan que diga "ah caray, aquí hay algo digno de analizar".

Les cuento ...

Primero, platiqué con @dannygeek quien me contó sobre Hacker School, un programa de entrenamiento tipo internado para desarrolladores de software (si, esos que se hacen llamar hackers); dura 3 meses, es en Nueva York y es gratuito, hay que aplicar para que te acepten. En la misma conversación me enteré de coderise que también es un programa de formación para desarrolladores de software, pero orientado a adolescentes en países en desarrollo (la primera instancia será en Medellín).

Posteriormente, revisando mis correos pendientes encontré uno con publicidad de un curso "oficial" en cierta tecnología empresarial y noté que el precio del curso rondaba los 2 mil dólares  (y eso ya con un "super descuento").

Fue entonces que dije: "¿Qué pasa aquí? ¿Cómo puede ser que mientras algunos imparten entrenamiento gratis otros lo cobren a esos precios?".

Por un lado es cierto que no estoy comparando manzanas con manzanas, son tipos de entrenamiento con audiencias y objetivos distintos. Pero aun así creo que tampoco creo que sean fenómenos completamente ajenos entre sí, deben tener algún tipo de intersección. Comparto aquí mi perspectiva ...

El paradigma del software empresarial

Hasta ahora, el grueso del software que hay en el mundo existe en el contexto de oficinas y centros de datos empresariales. En este mundo, prácticamente todas las empresas de software tienen un modelo de negocio y estructura similar: una unidad de negocio dedicada a las ventas de software (y/o contratos de soporte), otra para servicios de implantación y otra para servicios de capacitación. Cada una de estas unidades debe ser rentable, por lo que las empresas cobran por el derecho a usar el software, por los servicios para implantarlo y por los servicios para enseñar a usarlo. De hecho, incluso también cobran por los derechos para que terceros puedan utilizar material educativo y enseñar a otros. En este mundo donde las personas encargadas de desarrollar y administrar software son los empleados de los corporativos, el costo de la capacitación es visto como "parte del costo" de poder usar la tecnología de x proveedor.

El efecto del software para consumidor

La tendencia es que el software ya no solo está en las empresas, sino que está en todos los aspectos de nuestra vida diaria. El ejemplo más común son los smartphones, pero esto se expande a sistemas de entretenimiento, electrodomésticos, automóviles, dispositivos médicos e incluso ropa que ya es capaz de ejecutar software. Todos estos dispositivos están "hambrientos" de software para hacerlos más útiles/relevantes, por lo que se necesitan desarrolladores que hagan este software, y el universo de desarrolladores de software empresarial es insuficiente para poder satisfacer esta demanda.

Es así que está surgiendo un nuevo segmento de desarrolladores de software, que no trabajan ni para un corporativo ni para una consultoría, son desarrolladores independientes que crean software para dispositivos de consumo. Al ser independientes, estos desarrolladores dificilmente cuentan con presupuesto para pagar cursos de varios miles de dólares. Además, estos desarrolladores -a diferencia de los desarrolladores empresariales- están acostumbrados al autoestudio (y tienen tiempo para ello). ¿Por qué habrían de pagar capacitación cuando hay tanto conocimiento disponible libremente en Internet?

Por otro lado, mientras que en el mundo del software empresarial puedes llevarte a un directivo a un restaurant con chicas guapas, invitarle unas bebidas y cerrar un acuerdo cuya consecuencia es que toda la organización representada por este directivo te comprará software, servicios y capacitación, en el software de consumo eso no existe. Si quieres tener usuarios, necesitas buenas apps, y si quieres apps, necesitas desarrolladores. Así que más te vale hacer todo lo posible por convencer a los desarrolladores para que se inclinen por tu plataforma; y eso en la mayoría de los casos se traduce en herramientas y capacitación gratuita, o por lo menos a un costo muy bajo que sea accesible para desarrolladores independientes.

Conclusión

Entonces, en resumen, ¿qué opciones tienen hoy en día los profesionistas de TI para capacitarse? Veo las siguientes:

  1. Los cursos presenciales seguirán existiendo. La audiencia objetivo de estos cursos son las empresas (corporativos), quienes no están dispuestas a sufrir el tiempo y/o riesgo involucrado en que los profesionistas aprendan por sí solos. Típicamente, los precios para estos cursos superan los 400 dólares por día de curso. En el caso de temas populares y tecnologías pilares (ej. HTML5, Javascript) es posible encontrar cursos presenciales masivos (es decir con grupos de más de 50 personas) con precios menores a 100 dólares por día de curso.
  2. Por otro lado, cada vez dispondremos de más recursos de educación en línea. Por un lado están los recursos gratuitos (webinars y cursos pregrabados) que las empresas de software facilitan directamente con el fin de "evangelizar" y ampliar la base de desarrolladores para su plataforma, y por otro lado están los cursos provistos por entidades independientes y especializadas tales como Code School y el mismo SG Campus. Estos típicamente tienen costo pero gracias a que son en línea se pueden ofrecer a precios accesibles.
  3. Asímismo, está surgiendo un nuevo modelo de capacitación en el que se ofrecen programas estructurados, en algunos casos intensivos, y gratuitos (o subsidiados). En este caso, el modelo de negocio consiste en desarrollar talento que posteriormente pueda ser colocado en empresas interesadas, especialmente startups. La demanda para este tipo de programas supera por mucho a la oferta, por lo que solamente el percentil de personas con mayor potencial podrá tener acceso a estos programas.

Además de esto, siempre está el autoestudio leyendo libros y artículos, así como las pláticas con colegas. En ese sentido, tengan por seguro que en SG seguiremos ayudándolos ya sea desarollando o recomendándoles los mejores contenidos y eventos.

 

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La imágen de las pesas es propiedad de Kaleb Fulgham y publicada bajo licencia Creative Commons.

 

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