Funcionitis

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No es un secreto, los que trabajamos software, hablamos en Espanglish. Tenemos términos que, de plano decimos en inglés como leads, render, engagement, game design, software, y hablando de esto, nombres como Javascript, Illustrator, Figma, Unity… hay conceptos con los que se hace el trabajo de decir la palabra en inglés, transformándola en español: debuguear, crashear, renedrear, mintear, etc.

Esto es un efecto causado por cualquier tecnología, y el idioma es un sistema democrático por excelencia, pero pienso que hay algunos términos que podrían decirse en español por la consistencia de quedarse hablando un solo idioma. En esta ocasión elegí el término: featuritis (pronúnciese: fichuraitis). Es una combinación de la palabra inglesa feature (característica) y el sufijo latino itis (inflamación). Es cuando se tiene un producto que funciona y tiene ya usuarios fieles, pero por razones de crecimiento o supervivencia, los líderes de este producto continúan agregando funciones hasta el exceso. En el peor de los casos, estas adiciones innecesarias terminan modificando el producto al punto volverlo irreconocible y difícil de usar. En palabras de Don Norman «Es la tendencia de aumentar el número de características de un producto, a menudo extendiéndolo más allá de lo razonable».

La funcionitis (también he escuchado caracteritis) es, muchas veces, un mal necesario, pues lo normal de un producto es que se vaya robusteciendo y haciéndose más complejo, usualmente nos deja con un recuerdo de lo sencillo que solía ser una aplicación que amábamos por su minimalismo. Muchas personas hablan de lo complicado que se vuelve usar el buscador de Google, o de cómo cada nueva actualización de Instagram hace que tengan que cambiar el modo de hacer las cosas. 

Claro que también hay funcionitis provocada por vanidad o avaricia, las personas a cargo piensan que tener más funciones  hará que el programa se vuelva más popular y esta estrategia termina disparando por la culata: El que mucho abarca, poco aprieta. Para hablar de la funcionitis, en su libro The Design Of Everyday Things, Don Norman tiene un ejemplo que me parece muy lindo: En el capítulo 4 habla de una motocicleta para armar y de cómo el buen diseño debe de proveer pistas de cómo usar el objeto (artículo que escribiré próximamente), esta motocicleta tiene un número limitado de partes y con muy poco esfuerzo una persona promedio puede armarla exitosamente sin voltear a ver las instrucciones. En el capítulo 7 (en que menciona la funcionitis) han pasado un par de años y Don ha comprado el modelo actualizado de la motocicleta, esta vez tenía más partes y el diseño había cambiado por uno más acorde al año en curso. Algo que notar: El instructivo se había vuelto necesario para poder armarla.

En conclusión: la caracteritis es agregar características o funciones a tu producto, al punto que su usabilidad se ve afectada, se debe de tener esto en mente y estar muy vigilante ¿En qué punto sabremos que nuestra aplicación padece de caracteritis? como todo en diseño: depende. Dice Norberto Chaves, en su conferencia “Métodos del diseño”:

«El diseño carece de un método único, pero no puede obrar sin método. O sea: Para cada caso debe desarrollar el método adecuado para lograr el máximo de éxito en el producto final. Es decir, el método se define en función del programa»

Uno como diseñador tiene que entender en qué caso se necesita de muchas características y funciones, no es lo mismo diseñar unas tijeras que una interfaz para una máquina de ultrasonido.  Hay veces que termina aterrizando en el campo del sentido común y preguntarse ¿Este producto hace su trabajo a satisfacción? Si la respuesta es afirmativa, entonces probablemente más características solo entorpezcan su funcionamiento.