Propositum: cómo y por qué definir metas efectivas

Labore et Constantia.

Propositum. En latín significa propósito, objetivo, meta.

Los romanos llamaban a esto Gravitas: la seriedad para sostener lo que realmente importa, y Virtus: la firmeza para perseguirlo.

Ambas virtudes nos recuerdan que los objetivos no son simples listas de pendientes; son brújulas que definen hacia dónde ponemos nuestra energía.

Propositum

Labore et Constantia.
Imagen tomada de: https://es.pinterest.com/pin/736479345352051274/

Anécdota 1 – El rally y la instrucción precisa.

En un programa de TV de  rally's (o quizá en TBBT, no recuerdo exactamente dónde lo vi), una pareja subía apresurada a un taxi y uno de ellos decía exaltado, pero enfocado: “Sr. Taxista, por favor, llévenos al museo de historia, lo más rápido posible, sin poner en riesgo nuestras vidas y sin que lo detenga una patrulla ni pierda usted su licencia.”

Primero me pareció chusco. Minutos después pensé: Es una instrucción muy precisa… yo hubiera dicho lo mismo.” 😛

Anécdota 2 – La TAPO y el taxista.

En mis primeros años laborales en la CDMX, trabajaba en Periférico Sur. Casi siempre los viernes, saliendo del trabajo, si había un puente o ya extrañaba una tlayuda recién hecha, me iba al Istmo.

Una vez iba tarde para tomar mi autobús. Subí a un taxi en el Boulevard de la Luz y le dije: “Por favor, a la TAPO.”.

El chofer guardó silencio, luego preguntó: “¿A qué hora debes estar en la TAPO?”

Respondí: “Como en 2 horas.”

Se quedó pensando y dijo: “No vamos a llegar”

El que se quedó ahora pensando fui yo, después de escuchar eso.

Pensaba cómo llegar a la TAPO en el tiempo estimado, (si conoces la CDMX, te puedes imaginar mi estrategia, para darle más emoción a la narración) quizá pedirle que:

Zigzagueara hasta llegar a Av. Miguel Ángel de Quevedo y de ahí aplicar unos atajos que conozco, para salir en Calzada de Tlalpan, ya en Tlalpan pedirle que se fuera a 90 km/h hasta Av. del taller, de ahí, seguir derecho sobre Av. del taller sin bajar la velocidad, solo tener precaución con el mega-tope que causa tantos accidentes, tomar el eje 3 oriente y listo, la TAPO a la vista.

Cuando me dice:

“Mira vale, no hay forma de salir rápidamente en auto de esta zona. Pero si te dejo en el Metrobús, aquí en Perisur, puedes llegar tendido a la Glorieta de Insurgentes, es todo derecho. De ahí, tomas el metro, la línea rosa... y ya estás.”

Tenía razón. Esa alternativa me salvó.

El objetivo era claro, pero no tenía la suficiente información “actualizada” como para saber que, dado mi retraso, fue una mala decisión tratar de llegar en taxi.

Esta anécdota también la uso de ejemplo de “servicio al cliente”y “consultoría” ;)

 

El problema.

Muchas veces hacemos propósitos abstractos (“ser mejor”, “aprender más”), que se diluyen en pocas semanas. Otras veces nos fijamos metas imposibles (“12 certificaciones en un año”), que solo generan frustración.

Sin claridad ni realismo, los objetivos terminan siendo hojas que se lleva el viento.

 

Hay que definir metas efectivas.

Hace años, caminando en un bazar, me topé con un libro rojo (no, no el de Jung, ese está enorme) titulado “El libro de las decisiones”.

Entre sus páginas encontré una gráfica curiosa. Al verla, pensé: “esto está muy Platónico”, la gráfica decía: inteligencia, pureza y claridad.

Objetivos SMART, PURE y CLEAN

Imagen tomada del libro "El libro de las decisiones". Océano.

Lo curioso es que en realidad no era filosofía antigua, sino tres acrónimos de técnicas modernas para definir objetivos:

  • SMART: específica, medible, alcanzable, relevante y con tiempo definido.
  • PURE: alineada a principios, entendible, relevante y ética.
  • CLEAR: colaborativa, limitada, emocional, apreciable y refinable.

Hay más técnicas allá afuera, pero con estas tres tenemos de sobra. Si catorce criterios distintos no logran convencernos de que un objetivo es válido… nada lo hará.

Anécdota istmeña

Enchiladas con mole negro

Enchiladas con mole negro, cebollas y queso seco.

Ya les he comentado que mucho del engranaje social del Istmo (y de Juchitán) se basa en las festividades colectivas. Las más frecuentes durante todo el año son las relacionadas con celebraciones religiosas, donde una familia o un individuo —apoyado por su familia biológica o emergente— se compromete a organizar las celebraciones (una misa y quizá un convivio) de un santo en específico. A estos anfitriones se les conoce como Mayordomos.

Algunas festividades tienen ya mayordomos para los próximos 10 años.

Recuerdo a un vecino que, durante todo un año, coincidimos al menos 4 veces en el centro, lo veía siempre saliendo del mercado con un par de docenas de platos de barro.

Cuando nos vimos en diciembre de ese año, nuevamente cerca del mercado, se me acercó y me dijo: “Vecino, lo invito al 1 de mayo del otro año: seré mayordomo de San José Obrero. Ya completé los platos y tazas, así que no puede faltar. Ahí nos vemos.”

En esos platos regularmente se sirve un poco de mole como agradecimiento a quienes acompañan al anfitrión a su casa después de ofrecer la misa al santo en cuestión y le dan una pequeña ayuda por el compromiso concluido satisfactoriamente.

Ese muchacho llevaba un año entero planificando para un evento cuya realización aún le faltaban cinco meses, eso sí es planear un presupuesto con tiempo.

Los objetivos efectivos no son los más grandes, sino los más cumplibles y sostenibles.

Por supuesto que fui a acompañarlo, y de paso obtuve mi platito de mole :)

Cierre

¿Recuerdas las anécdotas de taxi? Definir objetivos requiere a veces: claridad, alternativas y humildad para aceptar un consejo.

Seguramente estás pensando: “Aún falta 1 mes para inicio de año, ¿por qué RuGI anda escribiendo sobre esto ahora?”. La intención es simple: sí, sugerirte como preparar las metas del 2026, pero también invitarte a que uses este mes del 2025 como campo de pruebas.

Un mes es suficiente para armar y probar tu propio protocolo de toma de decisiones y cumplir una meta pequeña antes de que nos caiga como balde de agua fría el 2026.

“El camino de los mil kilómetros inicia con el primer paso”, decía Lao-Tse.

Yo ya elegí un objetivo por cumplir para este último mes. ¿Y tú?

 


Omnia sunt communia.

@RuGI