En un mundo dirigido por software, los desarrolladores de software tienen gran poder. Y como decía el tío Ben, "un gran poder involucra una gran responsabilidad". Por ello, en los últimos años han surgido diversas voces solicitado aumentar el énfasis en la ética profesional en la currícula de carreras orientadas al desarrollo y gestión de tecnologías de información.
Es así que se ha creado el Responsible Computer Science Challenge, una iniciativa para dotar de fondeo y otros apoyos a proyectos cuya intención sea integrar ética en la enseñanza de ciencias computacionales. Entre diciembre del 2018 y julio del 2020 se asignarán alrededor de 3.5 millones de dólares en apoyos a los proyectos seleccionados.
Desgraciadamente, solamente las instituciones académicas en Estados Unidos son elegibles. Sin embargo, la intención es que este reto impulse el desarrollo de herramientas y recursos que sean de utilidad a cualquier institución educativa.
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