SimpleJ: Regresando la Diversión al Desarrollo de Software

México no escapa a la crisis mundial de déficit de profesionistas con capacidades reales de programación. El desarrollo de software atrae cada vez a menos jóvenes, y muchos de estos cambian de carrera antes de graduarse. No es extraño encontrar en las universidades, generaciones de carreras orientadas al desarrollo de software, con menos de 10 alumnos. Mucho se ha hablado de las causas de esta crisis, algunos culpan a la falta de profesionalismo y experiencia real de los maestros, otros, al mal ejemplo que damos los que somos parte de esta industria: nuestras jornadas de trabajo, niveles de estrés y costumbres geeks no son muy atractivas para jóvenes de 18 años que sólo se quieren divertir.Hace un par de años, Gerardo Horvilleur, mejor conocido como “El Mago”,  se preguntaba si parte del problema no sería la creciente complejidad de los entornos de desarrollo de software.

Si tienes más de 35 años, aceptarás que la forma de empezar a programar actual –no importa si profesas la religión de .Net, Java o algún culto menor– no se compara en nada con las “micros”, gloriosas máquinas como las Commodore, Apple o Tandys que llenaron nuestra adolescencia de disfrutes computacionales. Recordarás el ansia de esperar el siguiente Compute Gazzete o Ahoy! en el Sanborns, para copiar los programas de BASIC, sazonados con alguna otra rutina de ensamblador de 6510 en glorioso código hexadecimal. Este tipo de cosas te iniciaron en la programación y gracias a ellas decidiste que querías hacerlo por el resto de tus días.

Los chavos de hoy, no tienen estas maravillosas opciones. No conozco mucho el caso de .Net, pero en el de Java al menos, creo que bajar Glassfish, Netbeans, y demás cosas “básicas” para programar, no llama tanto la atención de un adolescente como jugar el videojuego de moda y convertirse en consumidores, más que en creadores. Con las micros, si querías un juego, casi tenías que hacerlo. Ahí es donde Mago cree que está el problema: “los jóvenes ya no eligen estudiar programación, simplemente porque no es tan divertido y sencillo como lo era en esos tiempos”.

Afortunadamente, Gerardo no se quedó con las manos cruzadas, y desarrolló Simple J, una novedosa apuesta a despertar la curiosidad de los chavos, creado con la intención muy noble de regresar la programación a su origen esencial: diversión. SimpleJ recrea un entorno de desarrollo virtual en Java, que permite crear juegos de video y compartirlos con el mundo. Simple J simula una computadora simplificada, para que sea más sencillo aprender a programar y evitar distracciones en detalles irrelevantes. La decisión de enfocarse en videojuegos me parece genial, es algo que los chavos conocen bien y les llama la atención. Sin darse cuenta, estarán aprendiendo a programar.

No se necesita ser un experto para comenzar con SimpleJ. En el sitio de SimpleJ (www.simplej.com) está disponible un tutorial enfocado a quienes no saben absolutamente nada de programación, y los guía durante los primero pasos de la programación. Se comienza con cosas sencillas, y va aumentando la complejidad poco a poco, como si el programador fuera “pasando de nivel”, de tal forma que hacer un juego, se convierte en sí mismo, en un juego.

Una parte muy importante de la escena de programación de hace 20 años, eran los grupos de usuarios donde los adolescentes nos presumíamos unos a otros lo que habíamos aprendido: scrolls de letras, música sintetizada, campos de estrellas que giraban, justo como en la “Guerra de las Galaxias”. Este componente es esencial en el desarrollo de buenos programadores, ya que normalmente vienen en múltiplos, y aprenden juntos, ya sea colaborando o compitiendo. SimpleJ promueve esto, a través de un applet que permite publicar los juegos desarrollados dentro de una página web para presumirlos al mundo. Así que, espero pronto encontrar muchos blogs de chavos mostrándole al mundo sus creaciones. Adicionalmente, SimpleJ cuenta con una comunidad donde por medio de foros, se pueden hacer preguntas, o ponerse de acuerdo con alguien más para hacer un videojuego. Mago personalmente contesta todas las dudas que puede, pero la comunidad es principalmente soportada por alumnos de todo tipo de instituciones académicas, desde universitarios del ITAM, hasta estudiantes del bachiller Juan de Dios Bátiz del IPN. Estas son escuelas visionarias, que han entendido el potencial de dicha herramienta en el proceso educativo. Espero que pronto se unan muchas más instituciones académicas a este esfuerzo.

Finalmente, una de las partes más importantes de este desarrollo –además de que es 100% mexicano–,  es su modelo de negocios. SimpleJ es software libre, licenciado con GPL y completamente abierto. Mago ha decidido concentrar sus esfuerzos para hacer sustentable este proyecto a través de la venta de un libro que tiene disponible para aprender a programar juegos de video con SimpleJ.

Si tienen algún hijo o familiar adolescente y con intereses tecnológicos, no dejen pasar la oportunidad de pasar un buen rato con ellos recordando viejos tiempos, y ayudando a que la industria de software en México tenga los mejores programadores. Una felicitación desde aquí, al talento y entusiasmo de Gerardo (mago@simplej.com), sin duda, un ejemplo a seguir en el software libre mexicano.

Acerca del autor
Emilio Osorio colabora actualmente como Consultor Asociado para Sun Microsystems México. Ha trabajado en desarrollos basados en Java desde 1996 y actualmente se dedica a ayudar a equipos de desarrollo a aprovechar las ventajas del Software Libre y los métodos ágiles en sus organizaciones. Ferviente entusiasta de la aplicación social de la tecnología, a ultimas fechas esta involucrado con Organizaciones de la Sociedad Civil. Emilio estaré encantado de recibir sus comentarios y quejas en http://tecnonirvana.org/ y en  oemilio@tecnonirvana.org