Luis Derechín es lo que podríamos llamar un “emprendedor serial”. Es una de esas personas en búsqueda continua de ideas, para crear empresas. En 2001, al darse cuenta que su hermano Jacobo estaba desarrollando una tecnología novedosa, que atendía una necesidad insatisfecha, decidió crear una empresa para atacar la oportunidad. Dicha empresa, recibió el nombre de JackBe, y la tecnología que desarrollaron estaba orientada a mejorar la experiencia del usuario en las páginas web, haciendo uso de javascript, en conjunto con XML.
Cinco años después, dicha tecnología se conoce como Ajax, y se convierte en uno de los temas más candentes de la industria mundial hoy en día. JackBe, es reconocido internacionalmente como uno de los pioneros del segmento. Es una empresa internacional con sede en Estados Unidos, y ha logrado atraer no sólo importantes inversiones, sino también talento, que actualmente le permite mantenerse como un jugador importante, en este mercado tan competido. Platiquemos con Luis para conocer su perspectiva sobre la industria, la importancia de las Rich Internet Applications, y los retos que implica para una empresa de origen mexicano, competir en el mercado mundial de tecnología.
¿Cual es tu perspectiva sobre Rich Internet Applications (RIAs) y la experiencia para el usuario? RIA es el futuro. Yo no creo que en 18 ó 24 meses exista un mercado específico de RIA, porque prácticamente, todo será RIAs. Pensar que el usuario no requiere una capa de presentación más fácil y atractiva, es no darle crédito al usuario. Hace tres años, cuando nosotros decíamos que RIA era el futuro, nadie nos creía, pero hoy en día, los jugadores grandes están diciendo lo mismo, que efectivamente, el usuario importa, la interfase importa, la experiencia importa, el ancho de banda importa, y la forma de lograrlo, es a través de Rich Internet Applications.
¿Qué opinas sobre la competencia entre diferentes tecnologías dirigidas a la experiencia de usuario, como Ajax, Flex, Windows Presentation Foundation?
Yo creo que estas tecnologías más que competir, se complementan. Cada una tiene su propósito y enfoque específico, y el chiste no es ver cuál es mejor, sino cómo encajan entre sí. Macromedia no lo entendió, y perdió la batalla. Hoy en día, Adobe precisamente, hace énfasis en la buena interacción de Flex con Ajax.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que Ajax, es suficientemente joven como para que algunas empresas quieran modelarlo a su conveniencia, y crear situaciones propietarias. El riesgo aquí, es que los clientes se vean forzados a utilizar el “stack” completo de un mismo proveedor, con tal de que las cosas funcionen bien.
¿Qué percibes actualmente en la industria de TI internacional?
Creo que la industria de software está volviendo a vivir una emoción inherente. Pasó que a finales de los noventa era cool ser tecnólogo y luego pasó a ser una desgracia. Creo que ahora estamos en un punto intermedio, donde se considera que la habilidad tecnológica es sumamente relevante para todo tipo de negocios. Además, las empresas están volviendo a invertir. Ahora ya se siente un resurgimiento en los hábitos de consumo de las grandes empresas, ya que el tipo de herramientas que se requieren para la nueva generación de aplicaciones Web, son ciertamente diferentes a las que había antes, así que las empresas vuelven a hacerle caso a la tecnología, a las tendencias, y una vez más, es padre ser tecnólogo.
En cuanto al aspecto tecnológico, dentro de Web 2.0 vienen tendencias muy fuertes, principalmente la de servicios. Empiezan a surgir cuestiones como los llamados “mashups”, que son la combinación de servicios de diversas fuentes, para virtualmente crear aplicaciones que por sí solas no existen. Es un concepto extraño, porque estás aprovechando lo que alguien más creó, para combinarlo y ofrecer un servicio nuevo.
¿Por qué crees que existan tan pocas empresas mexicanas que desarrollen y comercialicen tecnología propia?
Creo que una de las principales causas, es la falta de un ecosistema como tal. Por ejemplo, cuando llegas a ciertos lugares en Estados Unidos, te das cuenta que existen ejecutivos con experiencia en este tipo de negocios, existen inversionistas dispuestos a meterle capital de riesgo, y existen profesionistas dispuestos a poner todo su esfuerzo. Es decir, existe todo un ecosistema que motiva la creación y florecimiento de este tipo de empresas. En México, es difícil encontrar todos los elementos, y eso provoca que muchos esfuerzos acaben en intentos.
Pero creo que también tiene que ver con perseverancia y actitud. Justo el que México no sea reconocido como centro tecnológico mundial, hace que a veces nosotros mismos nos menospreciemos y no nos aventemos.
En cuanto a los profesionistas, existe mucha gente con talento, pero prefieren trabajar en empresas multinacionales, que en empresas de tecnología. O los que quieren trabajar en empresas de tecnología, en cuanto pueden, se van a Estados Unidos.
Hay otras cosas como incentivos fiscales y apoyo, pero creo que en vez de echarle la culpa al gobierno, yo creo que queda en uno, simplemente entender que aunque está difícil, hay que aventarse y cambiar esa perspectiva. Porque si no lo hace uno, entonces, ¿quien lo va a hacer?
En fin, si sumas todas estas cosas: ecosistema, cultura, profesionistas desinteresados, el hecho que es mucho más fácil comercializar un producto de alguien más, te das cuenta que no es el mejor ambiente para crear empresas de tecnología.
¿Las habilidades para crear una empresa de cualquier giro son las mismas?
No, yo creo que la gran enseñanza que he tenido con esta empresa en particular, es que, tratar de penetrar en un mercado tan importante como lo es el de la tecnología a nivel mundial, requiere de mucho más pensamiento estratégico. Antes creía que se trataba de tener una buena idea, armarse de valor y trabajar duro. Pero cuando compites contra empresas con tantos recursos, como en este caso, hay que tener un pensamiento mucho más estratégico. En cambio, en el caso de una comercializadora por ejemplo, no hay que ser tan estratégico, es mucho más táctico el asunto.
¿Cuáles son las opciones para una empresa mexicana que quiere desarrollar tecnología y requiere inversión?
Hay pocas opciones en México, pero hay muchas a nivel mundial. Hoy en día el dinero no tiene tantas fronteras. Es cuestión de armar un plan de negocios que haga sentido. Pero no sólo es la parte del plan de negocios, sino que también hay que entender cómo piensan los inversionistas. Si uno entiende al inversionista, puede hacer un esquema de sociedad legal que vaya acorde con eso. Desgraciadamente, en México existe la mentalidad de, “a como dé lugar” queremos ser dueños únicos o mayoritarios de nuestras empresas, porque sino, ya no tenemos el control. Creo que esa actitud es un poco miope, porque estamos restringiendo el crecimiento de la empresa, y terminamos con la mayoría de algo muy pequeño. Las leyes corporativas en México no generan un marco muy atractivo para los inversionistas, y en nuestro caso, tuvimos que crear una empresa en Estados Unidos, para tener un esquema legal atractivo para los inversionistas. Sin embargo, creo que en los últimos años se han dado cambios en las leyes corporativas de México, para resolverlo, y mejorar la protección a los inversionistas minoritarios. Espero que sirva para facilitar los esquemas de inversión. Pero si no, siempre hay forma de conseguir las cosas. Todo es cosa de, uno mismo, no ponerse límites.
¿Qué recomendación le dejas a los lectores de SG?
Les recomiendo que le tiren a lo grande, y que sepan que se puede lograr.
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