Competencias Transversales del Talento en TI

Uno de los retos más grandes que enfrenta nuestra industria es el de desarrollar el capital humano suficiente en cantidad y calidad. Para lograr esto requerimos que los egresados de carreras universitarias
afines a TI cuenten con las habilidades y conocimientos que demanda la industria para ser productivos lo antes posible. El proyecto “Modelo de vinculación empresa-academia-gobierno para el desarrollo en capacidades de capital humano en Tecnologías de la Información” (Talento en TI) tiene el objetivo de desarrollar un modelo que permita alinear las capacidades de capital humano, entre los requerimientos de la industria y la oferta académica. Dicho proyecto cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Sociedad Academia Industria Gobierno en Tecnologías de la Información (IMPULSA TI), entre otros organismos.
El proyecto Talento en TI está formado por cinco componentes, que de manera integral apoyarán a la formación de capital humano para el área de TI. Uno de los componentes del proyecto establece la construcción de las competencias de los perfiles del Modelo Paracurricular. En este artículo hablaremos específicamente sobre los avances relacionados con la definición de competencias, así como su relación
con las mejores prácticas en el desarrollo de software.

La brecha entre los egresados y lo que la sociedad requiere
En la época actual la sociedad es de la información. El mundo está cambiando de forma acelerada impulsado por la ciencia y tecnología que crecen en forma logarítmica. Cuando la generación de un nuevo conocimiento se da, éste se convierte en un factor multiplicador y aún más cuando la comunidad científica y tecnológica interactúan.

Actualmente, la calidad de los profesionistas no se determina por su perfil académico o cantidad de conocimiento, sino por su capacidad de adaptación al cambio tecnológico. Por consiguiente, hoy en los
procesos formativos se da importancia creciente al estudiante como sujeto activo del aprendizaje. Por esta razón, el énfasis debe dirigirse cada vez más a que el estudiante adquiera una serie de habilidades,
conocimientos y competencias, y menos a la sola acumulación de los saberes de una disciplina.

Por otro lado, es evidente la desarticulación del sistema educativo cuando la formación superior pierde el horizonte de la sociedad, del sector empresarial y empresarial. El solo pensar que es necesario realizar pruebas a los egresados antes de ingresar al sector productivo como un requisito de aseguramiento de calidad académica, nos indica la falta de coherencia del sistema educativo pues refleja una desconfianza mutua entre el sector académico y las empresas. Debido a ello es cada vez más grande la brecha que se genera entre los egresados de las instituciones de enseñanza superior y lo que la sociedad requiere.

Esto hace indispensable buscar alternativas que permitan a mediano plazo disminuir la distancia. Una alternativa es encontrar puntos de coincidencia que permitan determinar cual o cuales deben ser los
conocimientos o habilidades que se requieren de una preparación dentro del contexto de un Modelo Paracurricular.

¿Qué son las competencias?
La primera interrogante por resolver es “¿qué son las competencias? Las definiciones de competencias en la actualidad son muy diversas y generan confusión. Dicha diversidad y confusión se debe a que las
competencias son entidades más amplias y difusas que los constructos psicológicos tradicionales. Las competencias combinan elementos que los constructos psicológicos tienden a separar: lo cognoscitivo (conocimientos y habilidades), lo psicomotriz o conductual (hábitos, destrezas), lo afectivo (motivaciones, actitudes, rasgos de personalidad) y lo psicofísico (visión). Además los constructos asumen que los atributos o rasgos son inherentes al individuo, a diferencia de las competencias que están claramente contextualizadas; es decir que para ser observadas, es necesario que la persona esté en el contexto de la acción de un trabajo o profesión. Esto establece en sí la diferencia, mientras que los constructos intentan generar variables unidimensionales que garanticen homogeneidad conceptual y métrica para cada una de ellas. La competencias se plantean como multidimensionales en sí mismas y con una relación directa con el contexto en que se expresan.

Las competencias son procesos a través de los cuales las personas realizan actividades o resuelven problemas de la vida cotidiana y del contexto laboral-profesional con idoneidad, mediante la articulación del saber hacer, saber conocer y saber ser, con conciencia crítica y autoresponsabilidad por las acciones llevadas a cabo. Cuando se habla de competencias científicas se hace referencia a la capacidad de establecer un cierto tipo de relación con las ciencias como un conjunto de saberes, capacidades y disposiciones que hacen posible actuar e interactuar de manera significativa en situaciones, en las cuales se requiere producir, apropiar o aplicar comprensiva y responsablemente los conocimientos científicos.

Para obtener resultados es indispensable tener certeza en el concepto de competencia, así como una clasificación que sea flexible y competitiva en ambos ámbitos el académico y el industrial. De estas
diversas alternativas se puede concluir que las competencias:
• Son características permanentes en los individuos.
• Se manifiestan cuando se ejecuta una tarea o se realiza un trabajo.
• Están relacionados con la ejecución exitosa en una actividad, ya sea laboral o de otra índole.
• Tienen una relación causal con el rendimiento laboral, es decir, no solamente están asociadas con éxito, sino que se asume que realmente lo causan.
• Pueden ser generalizables en más de una actividad.

En base a lo anterior, podemos definir una competencia como: “lo que hace que la persona utilice las mejores prácticas para realizar un trabajo o una actividad y sea exitosa en la misma. Esto implica la conjunción de conocimientos, habilidades, disposiciones y conductas específicas.”

Marco de referencia
Después de acordar qué es una competencia, la siguiente interrogante es: ¿Cómo sabemos cuáles son las competencias requeridas en una línea de producción de software? Lo más recomendable es tomar como marco de referencia las normas y estándares para el proceso de desarrollo de software que establecen “las mejores prácticas internacionales”.

De esta manera podemos resumir las características de la metodología por medio de los siguientes pasos:
1. Las normas establecen las mejores prácticas internacionales para desarrollar software.
2. Las mejores prácticas representan la mejor forma de construir una línea de producción de software de calidad internacional.
3. Conocidas las mejores prácticas podemos generar las competencias necesarias para que los individuos puedan realizarlas.

Si se toman las mejores prácticas de las normas de software como base para la generación de competencias, se obtiene un marco de referencia sólido que soporta dichas habilidades. Estas habilidades responden por lo tanto, a una forma sistemática de trabajar. La generación de competencias se puede asociar a una certificación legalmente válida, como consecuencia las mejores prácticas dan la base para la generación de los programas de capacitación (contenidos) y certificación de individuos para adquirir éstas “habilidades”. Quienes pueden adquirir estas competencias son los estudiantes de las diferentes carreras de TI y personas con experiencia técnica en el campo laboral.

Ejemplo para Ingeniería de Requerimientos
Como ejemplo, vamos a aplicar esta metodología para definir las competencias asociadas a la disciplina de de ingeniería de requerimientos. Usaremos como base la norma mexicana NMX-I-006/NYCE-2006 Tecnología de la información – evaluación de proyectos – parte cinco, grupo de Procesos de Ingeniería, proceso Adquisición de los Requerimientos.

La norma establece:
ING.1 Adquisición de los Requerimientos

Resultados del proceso:
1. Se establece comunicación continua con el cliente.
2. Se definen y fundamentan los requisitos acordados con el cliente.
3. Se establece un mecanismo de control de cambios referenciado a las necesidades de cambio del cliente.
4. Se establece un mecanismo para vigilar de manera continua las necesidades del cliente.
5. Se establece un mecanismo para garantizar que los clientes puedan determinar fácilmente el estado y disposición de sus solicitudes.
6. Se identifican las mejoras que se originan del cambio tecnológico y de las necesidades del cliente y se administra su impacto.

Prácticas Base
Las prácticas base correspondientes a los resultados del proceso anterior se enumeran a continuación:
ING.1.PB1: Obtener los requisitos y solicitudes del cliente.
ING.1.PB2: Comprender las expectativas del cliente.
ING.1.PB3: Acordar requisitos.
ING.1.PB4: Establecer la referencia de los requisitos del cliente.
ING.1.PB5: Administrar los cambios hechos a los requisitos del cliente.
ING.1.PB6: Establecer los mecanismos de consulta del cliente.

Resultado de la Práctica
1. Se establece comunicación continua con el cliente.
2. Se establece un mecanismo para vigilar de manera continua las necesidades del cliente.
3. Se definen y fundamentan los requisitos acordados con el cliente.
4. Se establece un mecanismo de control de cambios referenciado a las necesidades de cambio del cliente.
5. Se establece un mecanismo para vigilar de manera continua las necesidades del cliente.

Tomando en consideración estas prácticas, se pueden definir las siguientes competencias de referencia: laboral haciendo uso de los conocimientos y herramientas adquiridas.

• Técnicas de entrevista.
• Comunicación Oral y Escrita.
• Trabajo en Equipo.
• Análisis y Síntesis de Información.
• Redacción de Informes.
• Control de cambios.
• Administración de Reuniones, seguimiento de acuerdos y redacción de minutas.
• Conocimiento de una herramienta informática para la obtención de requisitos.
• Capacidad crítica.
• Modificar intencionalmente y conscientemente la estrategia de auto aprendizaje a partir de la detección de las propias necesidades.
• Adaptar y resolver inteligentemente las situaciones propias de la complejidad

Conclusión
En la construcción de los referentes necesarios para la vinculación entre la industria, la academia y el gobierno, se considera fundamental para los trabajos de IMPULSA TI la definición de las competencias de referencia de los cinco perfiles del Modelo Paracurricular. Cabe mencionar que existen dos niveles de competencias. Las competencias de referencia son las necesarias para que los individuos sean productivos desde su ingreso al mundo laboral, y pueden ser empleadas en cualquier perfil de TICs; y las competencias específicas, las necesarias para que los individuos puedan realizar un trabajo o actividad de su perfil profesional.

Para conocer más sobre los perfiles del Modelo Paracurricular visita: www.aniei.org.mx

Acerca del Autor
Ma. de Lourdes Sánchez Guerrero es profesor investigador Titular “C” en la Universidad Autónoma Metropolitana. Adicionalmente es Presidenta de la Asociación Nacional de Instituciones de Educación en Tecnologías de la Información (ANIEI), coordinadora de la estrategia 2 (Capital Humano) del PROSOFT, y representante de México en el Centro Latinoamericano de Estudios en Informática CLEI.