La Inteligencia de Negocios Llega a las Nubes

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Un paradigma que parece estar evolucionando la computación moderna es el cómputo en la nube. Existen muchas definiciones del cómputo en la nube, pero una de las más acertadas a mi juicio es la del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de los Estados Unidos, que la define como: “un modelo que habilita el acceso conveniente y bajo demanda a un conjunto compartido de recursos informáticos configurables (como redes, servidores, almacenamiento, aplicaciones y servicios) que pueden ser rápidamente provisionados y liberados con un mínimo esfuerzo de gestión por parte del proveedor de servicios”.

Este modelo sobre la nube promueve la disponibilidad y se compone de cinco características esenciales, tres modelos de servicio, y cuatro modelos de despliegue.

Cada vez encontramos más aplicaciones que empiezan a residir y operar sobre la nube. Algunas de las aplicaciones que más popularidad han tenido sobre la nube son el correo electrónico, sistemas para gestión de clientes (CRM), y almacenamiento de datos. Una de las aplicaciones más recientes en llegar a la nube es la inteligencia de negocios. Debido a la naturaleza de acceso a estos sistemas por parte de los usuarios finales, la Inteligencia de Negocios es un fuerte candidato para ser accedido a través de la nube, pues los tomadores de decisiones sólo requieren un navegador de internet para alcanzar el análisis de datos.

Existen algunas inquietudes comunes para la incursión de la inteligencia de negocios hacia la nube, tales como: seguridad, desempeño, disponibilidad, integración y transporte de grandes volúmenes de datos. Afortunadamente existen estrategias identificadas y probadas para cada uno de estos obstáculos. A continuación ahondo con mayor detalle en cada punto.

Seguridad

La seguridad es quizá la principal preocupación de los usuarios al migrar a un ambiente en la nube. Esta inquietud no es exclusiva a la inteligencia de negocios, sin embargo en este caso se le da mayor prioridad debido a que estamos hablando de información muy importante para las organizaciones.

La seguridad debe cuidarse especialmente en dos puntos: durante su transferencia y durante su almacenamiento.

El mecanismo utilizado para garantizar la seguridad durante la transferencia, es el cifrado de datos. Se pueden utilizar distintos algoritmos dependiendo del grado de seguridad deseado. Ya en la nube, estos datos son descifrados y posteriormente transformados para completar el ciclo de inteligencia de negocios. Cabe mencionar que el proceso de cifrado irá ligado con el proceso de compresión, el cual será tratado posteriormente en este artículo.

Para garantizar la seguridad de los datos ya residiendo en la nube, se cuenta con dos mecanismos principales: cifrado de bases de datos y generación de bases de datos aisladas para cada cliente. Si se parte de que una de las características esenciales del cómputo en la nube es el compartir recursos, es comprensible que para muchos usuarios exista la preocupación de que su información puede estar compartiendo recursos con otras compañías, quienes incluso podrían ser competidores. Para estos casos, se cuenta con la generación exclusiva de bases de datos, a las cuales únicamente los usuarios autorizados podrán acceder.

Cabe mencionar que las instalaciones físicas y lógicas de los proveedores globales de servicios de cómputo en la nube cumplen los estándares de seguridad y confiabilidad muy estrictos, siendo mucho más robustos y seguros que los centros de datos de la gran mayoría de las empresas.

Desempeño

El desempeño de una aplicación de inteligencia de negocios puede ser afectado por dos factores: procesamiento de datos y transferencia de datos desde la fuente hasta destino. El procesamiento de datos cuenta con dos capas: base de datos y aplicación. En un modelo de nube, ambas capas pueden incluso mejorar su desempeño comparado con instalaciones tradicionales. Para el caso de bases de datos, la información es distribuida en diversos discos duros virtuales con el proveedor de servicio de nube y así trabajar en paralelo durante el acceso a datos. Para el caso de la capa de aplicación, gracias a las prestaciones de elasticidad del cómputo en la nube, es posible provisionar rápida y sencillamente más poder de cómputo, tanto procesador como memoria, según sea la carga de trabajo de la aplicación de inteligencia de negocios.

El tema de desempeño durante la transferencia de datos será tratado más adelante, en la sección de transmisión de altos volúmenes de datos.

Disponibilidad

Uno de los principales mecanismos para mantener alta disponibilidad en aplicaciones, incluso en ambientes en sitio, es la redundancia en hardware, tanto en formato activo-activo como activo-pasivo. Este esquema desde luego incurre en mayores costos para las empresas, pues se tiene que invertir prácticamente en el doble de recursos de cómputo. En el caso de la nube es factible contar con el mismo tipo de redundancia pero con costos más bajos, debido a que mientras no se utilice el ambiente pasivo o no se utilice a su máxima capacidad uno de los ambientes activos, no se tendría que pagar por el tiempo que no esté en operación. De esta forma, se logra capitalizar redundancia en hardware pero con mucho menos inversión que la que se requeriría en un modelo en sitio. Para lograr estos ahorros es necesario establecer la configuración adecuada para que las máquinas virtuales se aprovisionen automáticamente antes de que la aplicación deje de responder.

Integración

La integración de aplicaciones en la nube ha sido un importante factor que ha cohibido la migración hacia ese modelo. Lograr que las nuevas aplicaciones ofrecidas vía SaaS trabajen íntegramente con los sistemas legados en las organizaciones no es tarea fácil, sobre todo cuando se requiere del intercambio de información en ambos sentidos.

Afortunadamente, para el caso de soluciones de inteligencia de negocios, las tareas de integración son llevadas a cabo a través de herramientas ETL (extracción, transformación y carga). La complejidad de utilización de este tipo de software es muy similar a la que se tendría en ambientes en sitio, ya que mientras se tengan los controladores adecuados para las bases de datos fuentes, y se tengan los canales de comunicación necesarios abiertos, la transferencia y carga de datos puede darse de forma natural. Cabe recalcar que este proceso debe acompañarse de mecanismos de cifrado de datos y de compresión, como se revisará más adelante.

Transporte de grandes volúmenes de datos

La transferencia de grandes volúmenes de datos a la nube es actualmente el principal obstáculo para las aplicaciones de inteligencia de negocios en la nube, sobre todo en países como el nuestro donde las conexiones a internet aún mantienen anchos de banda muy limitados. El proceso tradicional para una solución de este tipo consiste en cargar datos de forma batch al ser extraídos durante la noche por programas ETL. Dependiendo del tamaño de la empresa y sus necesidades, los volúmenes de datos pueden ser enormes por cada carga, llegando incluso a varios gigabytes. Un mecanismo que hemos probado con muy buenos resultados es el de la compresión de datos antes de ser transferidos al canal de comunicación. Gracias a que los datos crudos provenientes de bases de datos transaccionales son altamente comprimibles, es posible obtener hasta un 90% de reducción en el tamaño de los archivos a ser transferidos por internet, logrando disminuir considerablemente los tiempos de transferencia, incluso sobre conexiones modestas como los ADSLs ofrecidos por las compañías de comunicaciones de nuestro país.

Nuevas posibilidades

Al implementar la inteligencia de negocios en la nube se abren nuevas posibilidades para el análisis de información. Debido a la gran cantidad de datos que existen en sitios en línea o incluso otras nubes, es posible obtener información de fuentes externas a las empresas, como aquellos reportes o recopilaciones desarrollados por organizaciones no lucrativas o información pública ofrecida por organismos gubernamentales, esto sin contar la creciente oferta de redes sociales (las cuales surgieron por sí mismas en un ambiente de nube). Esto es posible debido a que la transferencia de datos entre nubes es comúnmente más rápida, y el ancho de banda entre dos puntos deja de ser un obstáculo. Otro factor que abre nuevas alternativas es el creciente número de aplicaciones empresariales disponibles bajo el modelo de software como servicios, como es el caso de CRMs o ERPs. Ya sea por medio de los APIs que estos servicios ofrecen, o desarrollando conectores específicos, es posible extraer datos específicos de estas plataformas, para integrarlos en un data warehouse en la nube. De esta forma se da origen a nuevos cruces de información y correlaciones al combinar datos externos con internos, dando así un nuevo alcance al ofrecimiento actual de la inteligencia de negocios.

Conclusión

El paradigma del cómputo en la nube está listo para recibir soluciones de inteligencia de negocios. Esto es factible gracias a mecanismos como cifrado, compresión y aislado de datos, acompañados de redundancia de dispositivos y una adecuada configuración de herramientas. El único obstáculo que prevalecería es la transferencia de volúmenes de datos demasiado grandes, es por eso que mientras se incrementan los anchos de banda de conexiones a internet en nuestro país, la inteligencia de negocios sobre la nube es más viable a organizaciones que manejan volúmenes de datos moderados.

Bio

Eumir Reyes es Socio Director de Intellego, donde actualmente es responsable del área de Creación de Valor. Eumir es Ingeniero en Sistemas de Información por el Tec de Monterrey y Maestro en Diseño de Sistemas y Administración por el Massachusetts Institute of Technology (MIT).