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Internet de las cosas abre la puerta a un planeta 2.0, proporcionando a cada objeto conexión a Internet en cualquier momento y lugar, dejando atrás la red de comunicación M2M. Desde su creación, Internet ha estado en un continuo crecimiento y evolución, proporcionando conexiones más rápidas y amigables para la población.
Hasta ahora las personas solo conocen el Internet de y para las personas, cada persona contribuye con el crecimiento e interacción de la red. Al conectarse redactan para blogs, consultan revistas y periódicos, mandan un “tweet” o tienen perfil en alguna red social, por mencionar algunos ejemplos. Recordemos que en los años noventa, cuando se popularizó la World Wide Web, mucha gente se preguntaba ¿para qué diseñan la página web de un Centro Comercial, si ya sé dónde se encuentra?
En esa época aún no se conceptualizaba la importancia de una página web como tal, hoy en día tener una página en Internet es tan indispensable como el correo electrónico, y lo mismo pasará con Internet de las cosas “IoT” (Internet of Things). Aún desconocemos la importancia y alcances que tendrá si solo nos enfocamos a un refrigerador o Smart-TV conectados al ciberespacio.
Imaginemos a una persona adulta conduciendo a alta velocidad su automóvil por la carretera, para su desgracia sufre un paro cardíaco, en situaciones actuales tiene un gran probabilidad de volcar su auto y morir. En un futuro las camisas de vestir inteligentes podrán avisarle al auto que el conductor ha sufrido un incidente, por lo tanto, dicho auto debe tomar el control y llevar a dicha persona al hospital más cercano, mientras lo hace, se está comunicando al hospital informando de los signos vitales de la persona, historial médico y toda la información necesaria que sea importante para salvarle la vida.
Uno de los factores clave para que IoT sea posible es el ancho de banda, ya que sin Internet de alta velocidad sería imposible su realización. Empresas como Google tendrán que adaptarse a esta nueva revolución digital, muchos buscadores, navegadores y “apps” si desean sobrevivir, deberán considerar el auto suicidarse, para evitar que les pase lo que a Kodak, que al resistirse a los cambios ha dejado de existir.
Los objetos tendrán sus propias redes sociales, sus propias fuentes de consulta de y para objetos, aquellos programadores se adapten al desarrollo de nuevas aplicaciones de IoT podrían volverse millonarios con tan solo una idea bien implementada. Los sensores jugarán un punto primordial en el desarrollo de nuevas aplicaciones, ya que cada objeto que no esté conectado a Internet, no se le podría catalogar como IoT.
El impacto del Internet de las Cosas en la industria de los medios de comunicación nos da una pista sobre los tipos de trabajos y oportunidades económicas que se crearán, caso claro de ello es que hoy en día se prefieren los smartphones que un teléfono celular analógico.
La seguridad informática de los objetos inteligentes será todo un reto para los expertos del área, a ninguna persona le agradaría la idea de ser espiado por su propia taza para el café. Las leyes informáticas actuales también tendrán que adaptarse a IoT, pensar en ser y estar monitoreado en todo momento y todo lugar causa paranoia hoy en día.
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