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Docker, hoy en boca de todos, nació en Marzo de 2013 como un proyecto “open source” de dotCloud, startup que por aquel entonces era un proveedor de PaaS al estilo de Heroku. En tan solo 18 meses Docker se ha convertido en uno de los proyectos más populares en GitHub. El proyecto ha sido tan exitoso, que dotCloud mismo pasó a llamarse Docker, Inc. y en Junio de 2013 organizaron la primera conferencia DockerCon en San Francisco con el apoyo de compañías como Google, RedHat o Rackspace.
Pese a todo esto, todavía existe mucha confusión acerca de qué exactamente es Docker, qué aporta sobre tecnologías existentes, la razón de su éxito, y lo más importante, por qué lo necesitamos y cómo va a cambiar nuestra manera de desarrollar, construir, probar y desplegar nuestras aplicaciones de software.
Contenedores: un concepto simple
Docker es, en esencia, un intento exitoso por estandarizar la tecnología de contenedores de Linux de la que hemos gozado en los últimos años. Para explicar lo que es un contenedor de software, el equipo de marketing de Docker acostumbra usar la analogía de un contenedor de mercancías. Pero dado el perfil de la audiencia de SG, tal vez resulte más familiar para todos nosotros pensar en otra analogía: la máquina virtual. Si pensamos que el sistema operativo que se ejecuta dentro de una máquina virtual está siendo “engañado” para que piense que corre en su propio hardware, entonces la analogía resulta sencilla. Una aplicación o proceso que corre dentro de un contenedor también está siendo “engañado” para pensar que corre dentro de su propio sistema operativo. Al igual que con las máquinas virtuales, donde el hardware que el sistema operativo “ve” no tiene por qué ser el mismo que el hardware que existe en la realidad, un contenedor puede “ver” un sistema operativo distinto al del sistema operativo donde se está ejecutando. Cabe destacar que, pese que existen similitudes entre ambos, un contenedor resuelve cuellos de botella de software, mientras que una máquina virtual resuelve cuellos de botella de hardware. Ambos son complementarios, y no excluyentes.
¿Y qué tipo de problemas resuelven los contenedores? Seguro que todos en algún momento de nuestras carreras nos hemos topado con el problema de una aplicación que corre satisfactoriamente en un servidor (virtualizado o no), pero se comporta erráticamente en otro. O el código de un desarrollador, que funciona en su computadora, pero luego falla cuando lo mandamos al entorno de “staging” o producción. Esto se debe a que dos copias exactas de una misma aplicación se comportan de manera distinta en dos entornos con configuraciones distintas. La falta de una dependencia, como una librería, o que exista pero con una versión distinta, o que una variable de entorno sea distinta, o incluso que la versión del sistema operativo varíe puede ocasionar que nuestra aplicación deje de funcionar correctamente. Docker resuelve este problema de manera elegante, con Docker empaquetar aplicaciones en contenedores autosuficientes es una tarea sencilla. Una vez que tenemos la aplicación en un contenedor, desplegarla es una operación rápida y ligera, independientemente del tipo de servidor, del sistema operativo (sólo Linux, eso sí), o del proveedor de infraestructura que utilicemos. Y porque la aplicación, configuración y todas sus dependencias están “contenidas” en el contenedor, dejamos de preocuparnos por versiones y configuraciones de librerías, sistemas operativos, servidores de aplicaciones, etcétera. Se podría decir que desplegar una aplicación con Docker es análogo a instalar una aplicación móvil en un celular corriendo Android o iOS. La instalación es trivial para el usuario. Una vez desplegado el contenedor, las aplicaciones exponen servicios e interfaces al sistema operativo y a otras aplicaciones que deseen hacer uso de ellas. Las aplicaciones que corren dentro de un contenedor quedan a su vez aisladas del sistema operativo donde corren.
Un ecosistema en crecimiento
Además de las herramientas y la tecnología “open source” que facilitan a desarrolladores y administradores el empaquetar y desplegar sus propias aplicaciones, Docker, Inc. también ha lanzado un servicio online llamado Docker Hub (http://hub.docker.com). Éste se está convirtiendo en un repositorio público de aplicaciones open source. Al día de hoy cuenta con más de cien mil imágenes públicas. Por ejemplo, en Docker Hub encontraremos imágenes de aplicaciones populares como bases de datos MySQL, PostgreSQL, MongoDB, ... o aplicaciones CMS (Content Management System) como Wordpress, Drupal o Joomla. Es gracias a este repositorio de imágenes públicas que instalar una aplicación open source en nuestro servidor es tan sencillo como instalar una aplicación en nuestros celulares.
Sin lugar a dudas, el elevado número de beneficios y las casi inapreciables desventajas de utilizar contenedores para nuestras aplicaciones harán que esta tecnología se convierta en el estándar a la hora de empaquetar y desplegar nuestras aplicaciones en la nube. Conoce más sobre Docker en https://www.docker.com
Borja Burgos (@borja_burgos) es un emprendedor, ingeniero y hacker que disfruta diseñar y construir soluciones para problemas nuevos y existentes. Actualmente es CEO de Tutum, empresa proveedora de servicios de hosting para contenedores Docker. https://www.tutum.co
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