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La vida del emprendedor es muy parecida a la de un agente de ventas en el sentido de que siempre estás (o deberías estar) invitando a la gente a probar tu producto o servicio. Siempre estás vendiendo. Ya sea tu visión, el producto en sí o el equipo que hará que todo sea posible. De ahí que sea importante siempre estar preparado para hacer un buen pitch.
Un pitch es un discurso de venta. Puede venir en varios formatos, por ejemplo el elevator pitch se refiere a poder presentar tu negocio en un par de minutos; muy distinto a un pitch con inversionistas donde seguro además tienes espacio para enfocarte en detalles. De ahí, que lo primero que tenemos que hacer es pensar en el público al cuál vamos a estar pitcheando.
Ajusta tu pitch de acuerdo al objetivo
Hay varios objetivos por los cuáles uno hace un pitch, al momento que tenemos claridad en qué buscamos obtener de nuestra presentación, será más fácil decidir en qué puntos debemos enfocarnos. Veamos los principales objetivos para hacer un pitch:
Evangelizar sobre tu producto o servicio. Se refiere a presentaciones con público en general, posibles clientes o proveedores. Como tu principal objetivo es enamorarlos, enfócate en la solución, en los puntos fuertes de tu producto/servicio y los beneficios que ellos obtienen usándolo, comprándolo o trabajando contigo.
Levantar capital para tu empresa. Si el objetivo principal es obtener inversión para tu empresa, además de hablar de las bondades de tu producto será importante que te enfoques en el tamaño del mercado. Si ya tienes algunos números, como porcentaje de conversión de prospecto a cliente o crecimiento por ciertos lapsos de tiempo (tracción), este es el momento para mostrarlos. Adicionalmente, enfócate en cómo el equipo detrás de la empresa será capaz de aprovechar la oportunidad de negocio.
Concursos para emprendedores. En este tipo de eventos un buen pitch puede marcar la diferencia entre obtener atención sobre tu empresa o pasar desapercibido. Independientemente de que estemos de acuerdo o no sobre la relevancia de estos eventos en el ecosistema, la realidad es que como emprendedor siempre quieres ser memorable y que esto impacte en tu empresa. Aquí el objetivo es sorprender, dar información contundente y compartir tu visión de manera contagiosa.
Consideraciones
Lo que nadie te dice cuando te preparas un pitch es la importancia de tener cualquier detalle técnico bajo control. Algunas consideraciones que debes tener en cuenta.
Una buena presentación también es práctica. ¿Cuántas veces no te ha tocado ver presentar a alguien que le fallaron las animaciones, el video o las tipografías en sus diapositivas? No quieres ser esa persona. Seguramente quieres poner ese video padrísimo que explica todo sobre tu startup, también es muy posible que el audio falle y sea una experiencia horrible cuando estés presentando. Como recomendación, olvídate de videos, animaciones y efectos, mantén lo más sencilla posible tu presentación. El objetivo es tener un apoyo visual que refuerce lo que estás diciendo, te recuerde las ideas que quieres transmitir y mantengan la atención de la gente. [Pro tip: exporta tu presentación a PDF para que no tengas que preocuparte por formatos ni tipografías].
Tu presentación no es tu pitch. La ley de Murphy establece que cuando algo puede salir mal, seguramente saldrá mal. La máquina donde van tus diapositivas podría fallar, y eso no debería ser impedimento para que puedas continuar. Apréndete tu pitch de memoria, imagina que le estás contando a un amigo. Es mejor ser un poco más informal y mantener la atención del público en todo momento a congelarte porque no recuerdas qué más ibas a contar.
Tú eres parte del pitch. Así como pones empeño en tener una presentación increíble, ten en cuenta que al final lo que la gente recuerda es a tí. Investiga un poco sobre tu audiencia y trata de manejar un tono adecuado para ellos, por ejemplo con inversionistas serás más formal que con estudiantes o con posibles clientes. Busca una manera de enganchar con ellos, de que te sientas cercano. Elimina cualquier posible causa de estrés, desde procurar conocer el lugar donde harás el pitch, hasta usar ropa con la que te sientas seguro.
Una buena presentación cuenta una buena historia. Contar historias es la forma más antigua de transmitir ideas de manera convincente. Con tu presentación lo que estás haciendo es justo eso: contar la historia de lo que se puede convertir/lograr con tu visión y tu equipo. Así como las historias tienen una estructura, piensa en el recorrido que llevará tu presentación, este puede cambiar de acuerdo a como tu decidas que funciona mejor. Una estructura recomendable sigue estos puntos: problema, solución (tu producto/servicio), características principales de tu solución, mercado (tamaño, particularidades), tracción (o cualquier número que hable de lo bien que vas), equipo (personas) y una invitación; esta invitación debe ser contundente, piensa en una frase que sea memorable y que transmita tu objetivo.
La preparación es todo. Practica, ensaya, memoriza, rediseña todo lo necesario para que te sientas de lo más natural cuando empieces a contar la historia de tu startup. Y bueno, recuerda rockear, fuerte.
Celeste North (@celestenorth) es Country Manager de MUBI México, plataforma de Video on Demand de cine de arte, clásico y de culto. Activa participante del ecosistema de startups en México, anteriormente fue fundadora de NuFlick y participó en Mexican.VC y Startup Chile.
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