El Hogar Inteligente Llegará Hasta el 2020

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La vida digital nunca ha sido simple, especialmente en el hogar. Las primeras computadoras y el software mismo eran de muy alto costo. La guerra de formatos y protección contra copiado ha dificultado conservar en su más alta calidad el contenido y reproducirlo sin fricción. Durante muchos años me dedique a digitalizar mis CDs y DVDs cuando el almacenamiento era aún costoso - mantener los “metadatos” en orden continúa siendo un reto.

La década pasada fue relativamente fácil con el “teatro en casa”: una sola PC conectada a un monitor de buenas dimensiones. Una sola cámara digital y un proceso de transferencia manual de datos. Consolidar el servicio de cable nunca ha sido sencillo, aún hoy las consolas de videojuegos no lo ofrecen. En mi caso y por distintas razones termine con películas adquiridas en Xbox Live, Amazon Video, Vudu, Sony Unlimited, Apple iTunes y Android Play. Aun soy usuario del DVR y probé Netflix pero finalmente opté por usar Redbox.

Hoy tengo una solución para ver mis películas y escuchar mi música favorita en cualquier dispositivo y lugar con una combinación de PC, nube y dispositivos electrónicos personales. Hoy en día esa PC de “teatro en casa” evolucionó en un servidor multimedia utilizando Plex. No anticipo que los múltiples servicios de video converjan pronto, por lo que apuesto a mantener mi propia colección de favoritos en formatos abiertos y también acceder servicios de consumo ilimitado para música (Pandora), revistas digitales (Next issue), libros (Kindle subscription) y cualquiera de los que ya mencioné de video.

Hoy ha sido ya difícil tener que adquirir cables y conectores específicos para diversos sistemas de reproducción de medios digitales y pantallas, configuraciones específicas para obtener el 7.1 de audio o los formatos que nunca fueron exitosos como super audio digital (aunque en mi auto continúo escuchándolo).

Los controles remotos programables y las aplicaciones para iOS y Android que controlan luces, cortinas o variedad de equipos se han hecho presentes. Equipos de audio multi-zona y termostatos digitales son apenas el principio del “hogar inteligente”. Hoy, la mayoría de la gente que conozco no necesariamente ha cambiado las configuraciones por omisión de sus ruteadores y ni siquiera instalado software para restringir el acceso de internet a menores. Tenemos PCs viejas tratando de acceder servicios web que han dejado de existir.

Pocos son los que han invertido en los focos de $60 dólares que se pueden controlar desde una app (requieren no solo de wifi sino de BLE). La perspectiva del “hogar inteligente” en orquestar accesorios inteligentes, robots, nuestro reloj y la cafetera, los sensores de líquidos y gas es maravillosa. Puedo asegurar que realmente nos encontramos en una etapa muy temprana de la visión. No solo por el aspecto tecnológico y de normas, posiblemente por nuestra capacidad de ser inquilinos de enjambres tecnológicos muy variados.

Las normas en definición hoy están en competencia, no terminadas y son de bajo nivel. Pensar en esa alfombra con sensores que nos dirá cuántas veces hemos pisado cada centímetro cuadrado abre cientos de áreas de oportunidad y nuevas preguntas de la eficiencia de nuestros hogares. Los casos de uso no están totalmente definidos, determinar lo que puede salir mal y como radicalmente pensar las relaciones con los individuos es una tarea en proceso. Soy entusiasta del tema y en mis siguientes columnas describiré los escenarios del “internet de cosas” en nuestro hogar… no sin antes poner en perspectiva la complejidad de la problemática y nuestra realidad existente.

Bio

Luis Daniel Soto Maldonado (@luisdans) se dedica a asesorar empresas en estrategia tecnológica y gestión de productos.