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En los meses anteriores estuve trabajando en la planeación estratégica del 2014: Análisis de proyectos, estrategia de procesos, objetivos para el 2014 y la ejecución de los mismos. Esto es un trabajo de mucha interacción y foco. Estoy seguro que la mayoría de ustedes entienden a lo que me refiero.
La planeación es un trabajo que no sólo se lleva a nivel organizacional sino a nivel personal, Ahora, déjenme hacerles una pregunta: Al hacer su planeación personal, ¿Utilizan un punto de vista de líder o de administrador?
Aunque la palabra liderazgo está perdiendo un poco de fuerza, con el surgimiento de nuevas palabras mágicas como “innovación”, cada año se publican miles de libros y artículos exhortándonos a ejercer nuestro liderazgo y a llevar a nuestras organizaciones, áreas, o a nosotros mismos, a lugares jamás vistos. Aun así, continuamente me sorprendo con lo poco entendido y lo poco ejercido que es el liderazgo; sobre todo en áreas de apoyo a la organización. Supongo que en parte es de esperarse, la realidad es que ser líder no es un trabajo fácil y, hasta cierto punto, es peligroso.
Por ejemplo, revisando nuestra historia: En la época de la colonización de América los líderes que llegaron primero, enfrentaron mucho más peligros que los subsecuentes colonizadores, los cuales ya sabían a lo que venían. Si mal no recuerdo, Cristóbal Colón estuvo a punto de morir en un motín, antes siquiera de llegar a tierra. Ser los primeros en tierras desconocidas e inhóspitas te podía llevar fácilmente a la muerte. Claro que, por otro lado, el nombre de Cristóbal Colón se reconoce a nivel mundial muy por encima de los siguientes colonizadores, por lo que podríamos decir que los beneficios de llegar primero, también fueron muy superiores. En comparación, dedicarse a ejecutar bien tareas previamente definidas, es mucho menos peligroso (claro que no estoy diciendo que sea fácil, simplemente comparativamente es menos peligroso).
Tratar de inventar lo que debo hacer, con el afán de ayudar a mi organización a ser más exitosa, puede sonar fuera de mi ámbito de trabajo y más en el ámbito de los emprendedores o dueños, pero a veces eso es precisamente lo que se espera de uno.
Al leer esto, estoy seguro de que muchos de ustedes me pueden decir: “Yo sí soy un líder. Yo estoy pendiente de todas las cosas que se están haciendo mal en mi organización y estoy trabajando para corregirlas. Me incorporé al área de mejora de procesos, precisamente para ayudar a la organización a hacer lo que yo sé que se tiene que hacer y a arreglar todo aquello que claramente veo que no es adecuado, o que podría hacerse mejor”. Bueno, amigo o amiga, ahí es precisamente donde creo que está la falta de entendimiento con respecto al verdadero significado de liderazgo.
El liderazgo no se basa en mostrarle a la organización mi valor y lo que yo sé que está mal. Se basa en escuchar a la organización, para identificar qué es lo que quiere lograr y qué la está deteniendo para lograrlo. El liderazgo se basa en la idea de que todos queremos hacer el mejor trabajo posible y que si no lo hacemos es porque algo nos está faltando. Las estructuras, los acuerdos, el conocimiento, las políticas y los procesos que tenemos definidos no nos están apoyando a lograr los objetivos que estamos buscando y de alguna forma nos están deteniendo, distrayendo, confundiendo, o simplemente guiándonos en la dirección incorrecta.
La principal característica de un líder es su empatía: “Sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra”. La empatía consiste en ser capaz de ponerse en la situación de los demás. El líder no está buscando los problemas en los procesos o las personas; basándose en que todos queremos hacer nuestro mejor trabajo, se está preguntando por qué no está pasando. Por qué la solución funciona en otra parte pero no aquí, qué elementos del medio ambiente, la estructura, los incentivos y demás, impide ponernos de acuerdo en cómo llevar acabo nuestros objetivos.
La principal herramienta de un líder no es el: ¿Cómo es posible…? sino el: ¿Por qué...?
La pregunta no es: “¿Cómo es posible que no se haya generado una estimación adecuada?” Sino: “¿Por qué no se generó una estimación adecuada?” No es, “¿Quién es el responsable?” Sino: “¿Qué puntos en la interacción de nos llevaron a esta situación?, ¿qué lo permitió? ¿qué lo incentivo? ¿qué lo generó?” Si todos estamos buscando hacer el mejor trabajo posible, ¿dónde está el desconecte?, ¿es un problema de capacitación, es un problema de responsabilidades, es un problema de falta de comunicación, es un problema de estructura?
El líder no define sus objetivos únicamente de lo que se le pide que haga, sino de lo que escucha que a la organización le está doliendo y busca los síntomas, no en la falta de capacidad de las personas, sino en la falta de capacidad en los procesos que se tienen y la forma en que se está organizado. En ese ámbito no hay reglas, no hay mejores prácticas, sólo están nuestras necesidades en base a nuestra situación, a nuestro medio ambiente, nuestras fortalezas y debilidades. Para que, en base a la comprensión de quiénes somos y por qué, podamos generar acuerdos que nos hagan mejores y nos superen como organización.
Por lo tanto reitero, al definir tu misión para el 2014 defínela con empatía, defínela asumiendo que todas las personas dentro de tu organización están buscando hacer el mejor trabajo posible, e inicia tu investigación sobre qué existe en las estructuras, responsabilidad, políticas, procesos, incentivos, sistemas dentro de tu organización, que les está impidiendo hacer esto. Busca acuerdos sencillos que todos estén dispuestos a ejecutar y que, al fin de cuentas, logren el resultado que se está buscando, en base a la colaboración y participación de todos.
Es director de calidad a nivel mundial de Softtek. Es reconocido por la ASQ como Certified Quality Manager, Certified Software Engineer y Six Sigma Black Belt.
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