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Es posible que el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) todavía sea más un deseo que una realidad, rodeada por cierto nivel de escepticismo integrado, pero esto va a cambiar, y las empresas deben estar preparadas. Las principales empresas alemanas de telecomunicaciones, tecnología y fabricación ya formaron la Alianza del Internet de las Cosas (IoTA, por sus siglas en inglés) para adelantarse a la llegada inminente del IoT. El objetivo es asegurarse de que, cuando los dispositivos empiecen a comunicarse entre sí, lo hagan en alemán. Sin embargo, incluso con toda la planificación, se divisa un bloque molesto en el horizonte: la falta de infraestructura adecuada para administrar la enorme cantidad de datos diversificados, el tráfico, el almacenamiento y las demandas de procesamiento asociadas con el gigante de la IoT.
A medida que el IoT se expande, también aumentan la cantidad de cosas que se conectan a Internet, desde termostatos hasta autos, y la necesidad de tener una infraestructura sólida y poder de procesamiento requerido para respaldarla. Así es como se desencadenaron revoluciones en los centros de datos de todo el mundo.
Hervideros de innovación
El hecho de que los controladores de IoT sean cada vez más pequeños y accesibles hace que sea relativamente fácil habilitar la conectividad de la IoT en todo tipo de dispositivos. No obstante, no solo los refrigeradores y las lámparas pasan a estar en línea, sino que IoT se está usando a escala masiva, lo que posibilita una amplia variedad de innovaciones.
Por ejemplo, hay científicos que están colaborando con vinicultores innovadores en el Valle de Napa para modificar las anticuadas técnicas de irrigación por medio de sensores inteligentes incorporados en las vides [1]. Con la simple transmisión inalámbrica de las lecturas de los sensores, pueden analizar los resultados para determinar en nivel de hidratación de la planta, lo que da a los viñedos rezagados un rendimiento óptimo usando menos agua en una época en la que California se encuentra en una sequía catastrófica ampliamente conocida. Los servicios de salud son un sector que aprovechó rápidamente los beneficios proporcionados por la IoT. Una de estas soluciones es el servicio de administración de medicamentos de Philips [2]. Diseñado para personas mayores que a menudo se olvidan de tomar su medicación, el dispositivo le indica al paciente cuando es la hora de tomar las píldoras. Cuando el paciente presiona el botón, se proporcionan vasos llenados previamente con el medicamento. El dispositivo está sincronizado con la línea de teléfono del usuario, por lo tanto, los mensajes se rastrean si la persona no toma una dosis, si es momento de reabastecer esta o si hay una interrupción en la alimentación, que impide el funcionamiento del dispositivo.
El pronóstico de Gartner [3] es que la cantidad de dispositivos IoT aumentará a aproximadamente 25,000 millones de unidades en 2020. En comparación, se espera que la cantidad total de computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes en 2020 sea de solo 7,300 millones de unidades. BI Intelligence [4] espera que este año sea un punto de inflexión en el que la cantidad de dispositivos de la IoT supere la cantidad total de computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes por primera vez. Para el final de la década, los dispositivos IoT producirán 40,000 exabytes (40 billones de gigabytes) de datos que deben almacenarse y transformarse en inteligencia significativa.
Relación señal/ruido
El índice de adopción de la IoT dependerá mucho de la facilidad de las empresas para evadir la ley alemana Bundesdatenschutzgesetz (BDSG) y desbloquear y usar la información recopilada, con el elemento clave, ya sea de dispositivos dirigidos a empresas o consumidores, con la aplicación y no el sensor. Con los miles de millones de dispositivos conectados a la red proyectados para aparecer en los próximos años a medida que la tendencia de la IoT empiece a triunfar, los operadores de centros de datos deberán invertir para asegurarse de que sus instalaciones tengan la capacidad de datos suficiente para adaptarse a la afluencia de información que generarán las terminales de la IoT.
El problema es que, en general, el big data generado por la explosión de la IoT tiene una relación ruido/señal muy alta con una gran proporción de datos irrelevantes, que provocan una tasa alta de emisión de datos. El resultado será un impacto inmediato en el ancho de banda necesario desde el centro de datos y hacia este, y en el almacenamiento y el poder de procesamiento dentro de este.
Debido a esto, para que el IoT llegue al tipo de crecimiento proyectado por Gartner y otros, las empresas deberán tener una funcionalidad de centro de datos que pueda manejar esta posible afluencia inmensa de datos. Las inversiones en servicios de plataforma de IoT que residan en el centro de datos serán esenciales para cumplir con la promesa de la IoT de conectividad y contexto en cualquier momento, en cualquier lugar y de cualquier forma.
Es más, IDC advierte que es posible que la IoT no pueda proporcionar el potencial prometido sin que se realicen inversiones urgentes para actualizar los centros de datos en su investigación [5] sobre operaciones y exigencias del centro de datos. El grupo de analistas predice que la capacidad del centro de datos consumida por las cargas de trabajo de la IoT aumentará aproximadamente un 750 % entre 2014 y 2019, lo que presionará a las instalaciones desde el punto de vista de redes, almacenamiento y analítica.
Un cambio en los requisitos de infraestructura
Debido al número de dispositivos conectados y a la cantidad de datos generados, las empresas deben concentrarse en los requisitos de sus plataformas de servicio de IoT a nivel del centro de datos, no solo de los servidores individuales o dispositivos de almacenamiento. Y, con la proyección de IDC que dice que más del 90 % de los datos creados por dispositivos IoT estarán alojados en la nube en los próximos cinco años, los centros de datos son los que sentirán la presión.
No obstante, las empresas que se esfuercen por analizar y comprender los datos generados por la gran cantidad de dispositivos conectados a la red en tiempo real podrían llegar a la conclusión de que los antiguos centros de datos tradicionales no están preparados para esto. En lugar de tratar de cubrir las brechas con la compra de infraestructura según componente, veremos empresas conectadas y modernas que pasan a una infraestructura virtual convergente a fin de ofrecer flexibilidad para los grandes cambios futuros en los datos. Esto llevará al surgimiento de centros de datos de hiperescala construidos sobre infraestructuras convergentes e hiperconvergentes para poder adaptarse a las presiones específicas de la era de la IoT.
Cambio de las percepciones de TI
Para permitir que esto suceda, TI debe cambiar su percepción de un centro de costo a un activador de ingresos. Solo con este cambio de mentalidad una organización podrá aprovechar las ventajas de la IoT. Una vez que la tecnología sea central, las empresas podrán lograr los objetivos de integración, velocidad, escalabilidad y resistencia de una organización transformada digitalmente.
Es posible que haya comenzado con un refrigerador conectado a Internet, pero el IoT sin duda se convertirá en el motivador principal de la expansión de TI a centros de datos más grandes en el futuro, lo que hará más rápida la transición a infraestructuras convergentes dirigidas a la nube que tienen la capacidad para escalar y a arquitecturas de plataforma de datos.
Referencias
- http://www.wired.com/2012/10/mf-fruition-sciences-winemakers
- http://www.managemypills.com/content
- http://www.gartner.com/newsroom/id/2905717
- https://intelligence.businessinsider.com
- http://www.idc.com/getdoc.jsp?containerId=255397
José Manuel Berruecos es Country Manager de EMC México.
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