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Arduino Project Handbook
Mark Geddes. No Starch Press, junio 2016.
Mark Geddes. No Starch Press, junio 2016.
A lo largo de los años, fuimos testigos de cómo las arquitecturas rivales de cómputo pasaron de una gran gama de implementaciones luchando por la supremacía durante los 80 y 90 a una aparente monocultura. La primera década del milenio vio sucumbir a poderosas y prometedoras plataformas como Alpha, m680x0 y HPPA-RISC. Sparc y PowerPC redujeron su participación en el mercado a únicamente casos muy especializados.
En el número anterior definimos lo que es un lenguaje formal de la siguiente manera:
Como la mayoría de los lectores de SG saben, todo software posee dos dimensiones de requerimientos: funcional y no funcional. Los requerimientos funcionales (RF) describen el comportamiento del software para proporcionar tareas y servicios a sus usuarios; estos tipos de requerimientos están relacionados a lo que el software debe hacer.
En general cuando pensamos en UX pensamos en hermosas interfaces fáciles de utilizar y amigables con los usuarios. Pero si ahondamos un poco más nos daremos cuenta que el diseño de interacción y la interfaz (UI) son solamente representaciones visibles de features; las cuales a su vez, conforman una pequeña parte de una estrategia de producto con objetivos bien específicos de negocio.
Es posible que el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) todavía sea más un deseo que una realidad, rodeada por cierto nivel de escepticismo integrado, pero esto va a cambiar, y las empresas deben estar preparadas. Las principales empresas alemanas de telecomunicaciones, tecnología y fabricación ya formaron la Alianza del Internet de las Cosas (IoTA, por sus siglas en inglés) para adelantarse a la llegada inminente del IoT.
El Internet de las Cosas puede sonar como un “buzz word” más, pero en realidad se trata de una revolución tecnológica que tendrá un impacto en todo lo que hagamos.
El IoT es la interconexión entre las cosas que utilizan tecnología de comunicación inalámbrica (cada una con sus propios identificadores) para conectar objetos, lugares, animales o personas al Internet, lo que permite tanto la transmisión directa como el intercambio óptimo de datos.
Mucho del enfoque al hablar del Internet de las Cosas se centra en “las cosas” mismas, como los wearables, sensores, beacons, y otros equipos conectados a la red. Sin embargo, el mayor valor para las organizaciones proviene de la combinación de datos generados por estos dispositivos con otros datos del cliente u operacionales para descubrir otras ideas y establecer modelos predictivos.
Actualmente, cuando hablamos del internet de las cosas ya no se trata de hablar de comunicación entre computadoras, eso solo es parte de redes internas y externas. El internet de las cosas tiene una palabra clave: things, que básicamente describe las “trillones de cosas” que no tienen relación con una computadora como tal, pero que emiten datos e información relevante.
El internet de las cosas (IoT) promete generar disrupción en todas las industrias. Las empresas requieren examinar cómo pueden aprovechar el contar con productos y servicios conectados, y considerar los nuevos volúmenes de datos que se generarán como consecuencia de productos habilitados con sensores.
De nada sirve tener la mejor startup, con las mejores ideas y el mejor talento trabajando en ella si no encontramos la forma adecuada de contárselo al mundo. Como dueño de una startup debes ser capaz de explicar de una forma clara, sencilla y rápida a inversionistas y periodistas de qué va tu idea de negocio y captar su atención para crear en ellos la necesidad de querer saber más sobre tus proyectos y aspiraciones.
Las tendencias tecnológicas son el titular principal de nuestro día a día, no ha sido suficiente que los sistemas hayan invadido las industrias de todos los sectores con soluciones para agilizar sus procesos operativos y de gestión; que los profesionales de todos los ámbitos tengan que interactuar con sistemas en su vida laboral y personal, desde hace un tiempo llegó el momento en el cual dispositivos de uso diario (en los automóviles, para el cuidado de la salud, para el hogar) también son p
Recientemente me topé en la red con un artículo que, primero me llamó la atención por su título: “Productividad Ágil: Voluntad con enfoque de neurociencias” [1], y luego me cautivó por su contenido.
El enfoque al tema de productividad en Ingeniería de Software, abordado de manera similar como lo hacen las industrias “tangibles”, siempre me ha parecido inadecuado (con todo respeto para mis colegas “creyentes fervientes” en PSP, TSP y CMMI).
Con apenas un par de años de vida, Spark es una de las tecnologías más candentes actualmente en el ámbito del análisis de datos.
Para los programadores que vienen de lenguajes basados en clases, como Java o Ruby, JavaScript puede ser un poco confuso.
A diferencia de estos lenguajes, Javascript es dinámico y no provee una implementación de clase como tal. Para soportar herencia, JavaScript solo tiene un constructo: Object. Cada objeto tiene una referencia a otro objeto, llamado su prototipo.
En el mundo maker, lo más cercano a un “hola mundo” es hacer que un microcontrolador prenda y apague un diodo emisor de luz (LED). Si llevamos esto a un contexto de Internet de las Cosas, el “hola mundo” sería lograr que dicho microcontrolador prenda y apague el LED en base a mensajes enviados por un dispositivo remoto.