Primero el internet de las cosas ¿Y luego?

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Llevo ya un par de años hablando en todo foro que me es posible acerca del Internet de las Cosas (IoT) y he aprendido tres grandes lecciones.

La primera, a todo el mundo le encanta hablar del tema, decir que es el futuro de procesos, que te permitirá ahorrar mucho al automatizar las cosas y todo eso. La realidad es que pocas son las empresas que han demostrado un interés real y lo han llevado a la práctica. Una vez que lo han hecho se dieron cuenta de que el proceso es mucho más complejo de lo que se muestra en la teoría, pero al lograr implementar una solución adecuada si hay un enorme margen de ganancia principalmente en tiempo y en incremento de productividad. De hecho, el mercado en este segmento en México es prácticamente nulo permitiendo una oportunidad fantástica oportunidad para abrir una nueva línea de negocio para muchas compañías.

La segunda es que debemos aprender a diferenciar conceptos, es sumamente fácil diluir las palabras “maker”, “domótica”, “electrónica” e IoT, cada disciplina tiene sus retos propios y un común denominador que te permitirá moverte entre todas ellas sin una gran complejidad. La diferencia radica en los fines, si tu intención es construir una máquina dedicada a una función exclusiva o si quieres ir más allá al recolectar información. En el caso del Internet de las Cosas hay dos grandes fines, la automatización de procesos y el monitoreo remoto.

La tercera y más importante. El Internet de las cosas ha permitido la creación de un perfil híbrido de gran especialidad y con un conjunto de habilidades que permiten llegar al fin esperado. Cuando una persona desea especializarse en IoT debe aprender de electrónica, infraestructura y desarrollo de software. Estas tres áreas pueden implicar por ellas mismas una especialidad sin problema de hecho, debes considerar esto para cualquier escenario que tengas en mente, primero como unificarlas en un solo propósito para comenzar a generar un perfil único, altamente especializado en este tipo de soluciones y que con cierta práctica puede implementar una mejora en virtualmente cada proceso de nuestras vidas, desde el simple hecho de despertar hasta la optimización de cada segundo de nuestro tiempo. Ya después extenderlo a un equipo único que te permita escalar tus proyectos a niveles mucho más altos.

Así que tomando como base estos tres grandes aprendizajes puedo sugerirte tener presente los siguientes datos:

El Internet de las Cosas llegó para quedarse y eso es fácil de notar, no solo a nivel consumidores en donde ahora puedes medir tu ruta recorrida, tu peso, la calidad del funcionamiento de tu auto y muchas cosas más, sino que el mayor nicho de mercado es ver a otras compañías que apreciarán mucho las implementaciones que la tendencia puede dar para evitar pérdidas y acelerar el acceso a la información. La estimación apunta a que un 70% de los proyectos está orientado al modo de negocio “Business to business”.

Para el 2020 se tiene estimado un mercado de 1 billón de dólares originados a partir de este tipo de soluciones entre retail y soluciones B2B.

El internet de las cosas es solo la puerta de entrada para nuevas tendencias tecnológicas inspiradas en el enorme manejo de datos obtenidos, después de terminar con el proyecto IoT necesitarás agregar en tu equipo a un analista de Big Data que te permita aprovechar cada bit que tengas almacenado ¡Es sorprendente la cantidad de cosas que podrás controlar e incluso predecir gracias a la mezcla de IoT y Big Data!

Así que no te quedes con este artículo únicamente, comienza a buscar más del tema, nota su enorme crecimiento y popularización con muchas empresas y comienza a buscar ese perfil tan particular que te dará una ventaja descomunal a nivel profesional.

 

Bio

Amín Espinoza es Senior Technical Evangelist en Microsoft México.